La pequeña Amel se ha convertido en víctima de la guerra de Siria antes de nacer. Su madre resultó herida en un bombardeo estando embarazada de nueve meses, la metralla le atravesó el vientre y alcanzó la cabeza del bebé que esperaba. Milagrosamente, la pequeña, cuyo nombre significa Esperanza, fue operada con éxito al nacer y se recupera junto a su madre.
Según informa la CNN, Amira, embarazada de nueve meses, y sus cinco hijos fueron víctimas de un bombardeo en su casa, cercana a la ciudad siria de Aleppo. La mujer y tres de los pequeños resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital cercano.
Amira había sufrido heridas de metralla en varias partes de su cuerpo, incluido su vientre.
Los médicos realizaron una laparotomía de urgencia y descubrieron que un trozo de metralla se había alojado en la frente del bebé, sobre su ojo izquierdo. La metralla había atravesado el vientre y el útero de Amira.
Tras realizar la cesárea los médicos pudieron limpiar la metralla, que por suerte no alcanzó el cerebro de la pequeña, y curar la herida producida.
Amel se recupera ahora junto a su madre. “No sabemos si la niña salvó a su madre de esta metralla o de la madre salvó a su bebé”, explica a CNN uno de los médicos, “pero todos sabemos que el régimen diabólico trató de matar a los dos”.