www.canariasdiario.com

Un tal Revilla

Por Julio Fajardo Sánchez
domingo 19 de mayo de 2024, 14:29h

Anoche volvió el predicador Revilla a la Sexta para decir lo que todos sabemos: que Pedro Sánchez miente. Lo que no dice es que a media España eso no le importa. El entrevistador aprovechó el formato de Al rojo vivo, de Ferreras, para hacer el comentario. El escenario es el mismo que inunda las redes sociales cuando dice: jamás pactaré con Bildu, Iglesias me quita e sueño o la amnistía es inconstitucional. Ahora se trata de Cataluña y la declaración es: Illa jamás se abstendrá para hacer presidente a Puigdemont. Puede ser que en esta ocasión tenga razón, porque tal vez el filósofo catalán, el nuevo representante del seny, dimita si lo obligan a hacerlo.

Dejemos esto que forma parte de las habituales vulgaridades de la política española. Revilla dijo más cosas. Entre otras que el rey lo llama por teléfono, que no habla sino que escucha sus opiniones, y que la última vez fue hace mes y medio para hablar de las elecciones catalanas. Revilla es un político a pie de calle, quiero decir que sabe captar la sensibilidad de la calle, que normalmente no suele coincidir con la realidad política. Comparando a Junqueras con Puigdemont presenta la imagen del sacrificado bondadoso, que acaba estando cuatro años en la cárcel, frente al oportunista que se va de rositas huyendo en el maletero de un coche. La elección de la simpatía popular está clara, la de las urnas ha resultado bien diferente.

Revilla coincidió con el líder inhabilitado de ERC en una calçotada, y se asombró de que le pusieran un delantal para no mancharse. Comer calçots tiene eso, que el que no esta acostumbrado sale perdido; por ello es tan difícil entender lo que ocurre en Barcelona para un señor que no vive allí, como no es tan fácil descubrir la esencia colectiva y unificadora de la sardana, aparentemente sosa y sin alegría, que es capaz de movilizar tantos sentimientos como el sirtaki.

Revilla volvió a contar el incidente del retrete con el rey de Noruega en la boda de Felipe VI. Dijo que se dejó la puerta abierta mientras estaba en el trono porque medía dos metros y llevaba una espada casi tan grande como él. Luego hizo el relato de sus giras por los pueblos de España dando charlas. Tiene más galas que la Pantoja. Lo que no sé es identificar quién es su público. Debe ser esa masa, aparentemente sensata, que está deseando escuchar verdades como puños.

Este deseo superabundante denuncia a las claras que la verdad oficial no es creíble, que lo que sufre este país es un déficit alarmante de credibilidad. Hay quienes dicen que Revilla es un populista, pero hay que saber qué populismo es el que practica, porque aquí cada uno tiene el suyo, como en el caso del niño del chiste, donde su padre tenía el doble de todo, y cuando uno que estaba orinando le pregunta: ¿Tu padre también tiene dos de estas? y le contesta: Sí, una chiquita para mear y otra grande para correr detrás de la criada.

Siempre estará el populismo de los hunos y el de los hotros. El de Revilla no parece ser de los peores. Revilla es cántabro, gente que cree en su tierra, pero que también es capaz de reconocer las bondades de las demás. Todos los que conozco aprecian el sabor de la tierruca, igual que José María de Pereda. Don Francisco Ruiloba me enseñó Filosofía y era de Santillana del Mar. Mi gran amiga la periodista Juby Bustamante era de Santander. Conozco a mucha gente de allí y todos son igual de presumidos que de bondadosos. Por eso pienso que Cantabria es un ejemplo de pueblo abierto que, a pesar de ello, está enamorado de sí mismo.

También conozco a catalanes, gallegos, castellanos, andaluces y canarios a los que les pasa igual. Creo que son la mayoría, pero esos no crean problemas, no tensionan, no crispan, y ya se sabe que para poder gobernar adecuadamente a este país hace falta poner en pie a esas cosas. Esa es la diferencia con los Revillas. Quizá por eso lo escuchan por toda España como a la copla de la Dolores. Quizá por eso lo llevan a la Sexta, porque tiene la audiencia garantizada y no le hace falta que alguien saque de un cajón un documento con firmas para apoyarlo.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios