Cuando uno era estudiante y llegaba la época de exámenes -hoy pruebas objetivas- nos poníamos de un nervioso que no se nos podía aguantar. Bueno, a decir verdad, algunos más que otros, dependiendo de lo preparado que te enfrentaras al momento fatídico.
Cuando dejamos de ser estudiantes, seguimos con similar momento de desasosiego; pero en esta ocasión por el devenir de nuestros hijos. ¿Aprobarán?, ¿suspenderán?, ¿nos fastidiarán las vacaciones?
Pasan los años y ahora, en las puertas de la jubilación, me han venido a la mente, todos y cada uno de esos malos ratos que he anotado. Y, alguien dirá: ¿Será, ahora, por los nietos? No. Aún no me ha llegado ese momento, aunque sé que llegará.
En esta ocasión, mi intranquilidad me la ha servido una noticia que he leído sobre la presencia en la isla de Tenerife, en el mes de diciembre de este año, de un gran grupo de profesionales dedicados al turismo. Nada más y nada menos que un grupo de TTOO y agentes de viaje, organizados por una empresa de divulgación turística alemán: la FCW MEDIEN.
Parece ser que La Consejería ha conseguido que se celebre en la isla de Tenerife, el congreso: FVW Workshop, de vendedores en el mercado de Turismo alemán. Imagínense el papelón. Esta macro reunión supondrá que un grupo considerable de personas que se dedican a venderles a los alemanes los paquetes turísticos para sus vacaciones, vendrán a Tenerife y además de estar trabajando en salas donde debatirán sobre sus cosas, también se les llevará a dar vueltas por la isla y conocer de primera mano, lo que después ellos y ellas contarán a sus clientes allá en Alemania.
Verán nuestras riquezas naturales y degustarán los sabrosos productos de nuestra tierra. Se bañarán en las playas de arenas de diferentes colores y, por supuesto, se lo contarán a sus futuros clientes. Sin duda aprobaremos el examen.
Será algo así como llevarse de excursión alrededor de la isla a una guagua llenita de críticos de arte, gastronómicos, de fotografía, paisajísticos, de naturaleza, de turismo, y de crítica en general. ¡Ay mi cabeza! ¿De verdad que aprobaremos?
Es en esta segunda parte, donde me ha sobrevenido la intranquilidad.
Siempre he dicho, dentro de mi forma de entender la comercialización turística, que no hay mejor promoción que la que se hace en la casa de cada uno. Cuando recibimos a un cliente con una sonrisa, estamos vendiendo Turismo. Cuando en un restaurante le vendemos al cliente lo que él desea comer y no lo que queremos nosotros, estamos vendiendo Turismo. Cuando mantenemos las ciudades, playas y carreteras limpias, estamos vendiendo Turismo. Cuando en la carretera sabemos disculpar al turista que se equivoca y no le pitamos, estamos vendiendo turismo. Cuando los Ayuntamientos se esmeran en tener limpieza y seguridad en las calles, estamos vendiendo Turismo. En definitiva, cuando conseguimos que el cliente nos diga que volverá, estamos vendiendo Turismo.
De esta forma, no habría motivos para estar intranquilos. Pero, ¿tenemos nuestras playas, carreteras, ciudades, etc., limpias y preparadas para recibir a la guagua de estos grandes críticos? No me gusta ser pesimista; pero sería una pena, ¡una gran pena!, que todo el esfuerzo en conseguir que una reunión del calibre que tendrá la de diciembre, se pueda ir al traste o ver reducido su éxito, simplemente, por no tener en cuenta lo que los ojos de este grupo verán.
Seguramente se nos podría decir que todo está listo para ser mostrado a profesionales del turismo. Y, así quedaría, si no fuera porque la isla ya tiene profesionales que lo vemos de otra forma. Ojo, nuestras islas están a un nivel muy alto y están listas para satisfacer las demandas de un turismo de calidad. Pero quien viene no es un turista al uso. Un turista que, en muchas ocasiones, sería capaz de disculpar algún bache que otro en la carretera, algún exabrupto de algún personaje local, o algún desconchón que otro en los hoteles. Este grupo que estará en la isla en diciembre está compuesto por periodistas, tour operadores y agentes de viaje. Gente muy experta y que verán todo con los ojos inspectores de quien, después, podrían recomendar, o no, la isla de Tenerife para las vacaciones.
Esto lo escribo justo después de haber embarcado en un ferry para trasladarme a otra isla. Irremediablemente, he tenido que transitar por la misma autovía por la que circulará la guagua que llevará a este grupo. Ellos también comprobarán el estado lamentable del firme de dicha carretera. El camino de regreso, fue aún peor. Por otra parte, si este grupo entra a la isla o sale por el aeropuerto Reina Sofía, seguramente también estará de acuerdo con las carencias que vienen denunciando un gran sector del mundo empresarial de Tenerife. Y si lo hace por el aeropuerto del norte, en lugar de plantas en los grandes maceteros, encontrarán colillas. ¿Aprobaremos?
Pienso en las fotos que sacarán a los campos vacíos de agricultura. En las que sacarán del esqueleto de edificio en ruinas de la entrada a Santa Cruz de Tenerife (Añaza). O al edificio de la avenida principal del Puerto de la Cruz. Imagino las preguntas que harán sobre vehículos abandonados y desguazados en los márgenes de vías y carreteras (el maldito coche rojo junto al aeropuerto de los Rodeos, o el nuevo cerca de la universidad son dos ejemplos claros). ¿Aprobaremos?
Cuando pienso en estos detalles y otros más, es cuando me pregunto si tendremos alguna esperanza de salir aprobados.
El esfuerzo por realizar estos workshops es encomiable, pero han de estar acompañados del mismo nivel de entusiasmo a la hora de preparar la isla para alcanzar el éxito que todos esperamos y deseamos.
Yo felicito, desde estas líneas, a quienes han perseguido el propósito, pero, de igual manera les digo que estoy intranquilo por no saber si tendrán controlado todo lo que este tipo de reuniones lleva consigo. Estoy intranquilo, por no saber si aprobarán o no. Desafortunadamente, la nota final, no la tendremos hasta pasado un año, que es cuando entregarán sus actas a modo de propuestas de ventas de vacaciones en la isla de Tenerife a turistas alemanes y reservas en nuestros establecimientos.
Ojalá salga bien el examen de diciembre.
Si (
No(
