Los Ayuntamientos Canarios también mejoran.
Según el Informe nº1444, de fecha 10.9.2021, en la Fiscalización del Sector Público Local, del TRIBUNAL DE CUENTAS, correspondiente a 2018, los primeros pasaron de un 10 % en el ejercicio anterior a un 60 %, en el Ejercicio 2019.
Los segundos, también según dicho T.C. superaron su 58% del ejercicio precedente, hasta alcanzar el 68%.
Ambas positivas, tanto constante como porcentual.
Como “garbanzos más oscuros”, figura el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, además de los Cabildos de la misma ciudad, junto a Fuerteventura y El Hierro, los cuales no habían rendido cuentas al pasado 7 de abril.
Ello, contando con un plazo extraordinario de “cien días”, concedido con motivo del Estado de Alarma, aspecto, en desacuerdo por el Tribunal de Cuentas, que lo veía injustificado, teniendo en cuenta que el desarrollo de las tecnologías, permitiría el empleo de plazos más reducidos.
Andalucía junto con Murcia, son las que han arrojado los menores niveles de rendición de cuentas con un 45 y 52%, respectivamente.
Se observa, que lo largo del territorio nacional, son casi 13.000 entidades locales obligadas a presentar cuentas, de las cuales un 63%, son pequeños Ayuntamientos y un 29% entidades catalogadas inferiores a municipios.
Significa igualmente el Tribunal de Cuentas, respecto a los Gastos Sanitarios Autonómicos, éstos representaron 65.866 millones de euros, en 2.018, lo que representa el 5.5.% del P.I.B. y todavía no habíamos entrado en la época pandémica.
Un 44,5% de dicho gasto fueron originados por Cataluña, Andalucía y Madrid.
En materia de Contratación, como viene siendo habitual, extensivo a mi juicio a casi todo el territorio nacional, se continúa observando la perseverancia en la comisión de irregularidades, algunas como la ignorancia de no ejercer opciones que les atribuye la normativa existente en materia de resoluciones de contratos o imposición de penalidades, entre otras.
Pero como viene siendo habitual, el Tribunal de cuentas, reitera por enésima vez una serie de Recomendaciones dirigidas a órganos de distintas competencias, las cuales, en su gran mayoría vuelven a caer en saco sin fondo.
En resumen, un 2018, que ofrece de nuevo la sensación de una nueva lectura aburrida como si se tratara del único ejemplar existente en los anaqueles de una biblioteca, en la certeza, de que próximos Informes abarcarán nuevas aventuras.