La Reforma del Sistema Electoral Canario promete traer consigo el debate más encarnizado de la legislatura y todos los actores implicados empiezan a tomar posiciones.
Ayer mismo, la parlamentaria nacional y líder de Ciudadanos en Canarias, Melisa Rodríguez, presentó una propuesta para poder ser partícipe de la Comisión que estudiará dicha reforma, apelando a los más de 54.000 votos que se quedaron sin representación en los pasados comicios regionales. Parece que tiene poco encaje dentro del sistema que se pretende reformar y solo podrá emitir valoraciones como harán los agentes sociales invitados a participar. Además, la cúpula canaria del partido naranja parece muy a la zaga de la esfera nacional, y de la boca de su máxima representante en las Islas parece que no pueden salir propuestas que no haya bendecido el núcleo duro del partido.
Dejando a C's fuera del tablero, son los cabildos lo que han tomado la iniciativa. Lanzarote y Fuerteventura se han unido para que prevalezca el criterio de la triple paridad, alineándose junto a Curbelo en La Gomera que fue el primero en pronunciarse en defensa de la misma. Esto es musical celestial para Ruano y Barragán, que no quieren oir hablar de la eliminación de este sistema que ha sido tan provechoso para la Coalición Canaria que ha gobernado el Archipiélago las dos últimas décadas. Bajar los topes será una de las cesiones inevitables, pero les viene hasta bien para "rascar alguito" en sus plazas más animosas como la grancanaria. Además, la escisión socialista en la Isla Colombina beneficia los intereses de los nacionalistas que ven la influencia del PSOE reducida ostensiblemente. Un mal menor muy benificoso para esta empresa.
Aun considerando esta merma del PSOE, sigue como partido más votado en Canarias -con una relevante tendencia a la baja-, por ello son los que barajan con más cautela esta reforma electoral, puesto que son el único partido con posibilidades reales de representación en todas las islas a día de hoy. Todo lo contrario le ocurre al PP, que ve en esta reforma un bálsamo que engorde unos resultados que en términos generales nunca han sido malos.
Como expuso Noemí Santana, representante de Podemos en el Parlamento, en la actualidad gobierna el partido que ha quedado tercero en voto directo, no a partir del consenso, sino de la posición de poder otorgada por al triple paridad. De su permanencia o no depende el futuro de la política en las Islas.
El nuevo tiempo político ha permitido que se hable por primera vez en la Cámara regional de la reforma, pero que a nadie se le escape que la misma está supeditada a los partidos que dominan el hemiciclo. El PSOE cuenta con un papel más cómodo, como ya apuntamos, pero CC se juega su pervivencia política en una negociación que puede desgastar mucho a los nacionalistas si se enrocan en determinadas posiciones y el resto de partidos arrojan fuego a discreción.
Mucha tela que cortar.