31/08/2020@04:00:00
El coronavirus ha cambiado la vida de prácticamente todo el planeta y muchos de sus hábitos, costumbres y formas de vida. Las grandes oficinas, especialmente en las ciudades y capitales, se han convertido en territorio peligroso dada la alta concentración de trabajadores en su interior y la imposibilidad de asegurar una correcta ventilación. Con el otoño a la vuelta de la esquina -y el invierno, que imposibilitará la máxima de "ventanas abiertas"- hay quien ya se ha planteado un traslado definitivo a su casa para teletrabajar y quien va más allá y prevé cambiarse de vivienda para este fin: el objetivo es conseguir más habitaciones y más acceso al exterior.