El silencio y la falta de energía del Cabildo de Tenerife sorprende y preocupa. Las tímidas declaraciones pidiendo su agilización, no son ni frías ni calientes, sino todo lo contrario.
Retrasos incomprensibles, inconvenientes buscados, lentitud burocrática y falta de iniciativa política, están atascando la isla económica y socialmente