La crisis de los Volkswagen puede salpicar también a la marca Seat, que forma parte del grupo alemán. Según publica este jueves El País, la filial española montó hasta 500.000 de estos motores fraudulentos desde 2009.
Los motores montados por Seat serían los mismos que los utilizados por Volkswagen y Audi en Estados Unidos y que ahora están en el origen de la investigación. Los fabricaba el consorcio alemán en sus factorías especializadas y se los vendía a sus diferentes filiales. Y Seat los habría montado —sobre todo en su planta de Martorell (Barcelona)— en los vehículos comercializados hasta este año con el mismo sistema informático que reducía las emisiones contaminantes durante los controles de los reguladores.