Quince días antes de que se abran los Colegios Electorales, todos los partidos políticos nos dicen que comienza la campaña electoral. La realidad nos habla de una "pre", de una "pre-pre", y mucho más; pues en cada acto, acción o proyecto que iban anunciando, haciendo o cerrando, había una gran dosis de campaña electoral. Ya me dirán, si no, para que sirve tanto macro-cartel anunciador de los proyectos, licitación y organismo involucrado. O tanta placa conmemorativa en fachadas, pagada desde el erario, donde figura el nombre de quien gobernaba el pueblo, la isla o Canarias. Esas cositas no se hacen por iluminación divina del momento. ¡Qué va! Todo tiene su "aquel" y las elecciones -en la política se sabe- se han de ganar "echando" fotos -no confundir con las urnas- a modo de "siembra". Esta puede ser una de las razones por las que, cuando alguien dentro de un grupo de gobierno, mete la pata, no dimite al momento. El hacerlo, podría implicar que la última imagen que nos lleváramos, fuera una "crisis de gobierno", y eso, no conjunta bien con mensajes triunfalistas.
Atrás han quedado las fotos de la conformación de las distintas listas electorales -un amigo mío, siempre decía: si no te encuentras en las listas, búscate en las tontas- en las que figuraron todas las personas que alguien de arriba -el de arriba siempre es el que manda y organiza- decidió que así fuera. También quedaron los discursos prometiendo hasta alcanzar el objetivo y después de., ya se sabe. Ellos y ellas, tendrán cuatro años para hacernos entender que si han conseguido llegar con promesas incumplidas, no hay razón para no seguir haciéndolo cada vez que le salga de sus programáticas razones.
Se acabaron las encuestas, los insultos velados y los paripés. Ya se olvidaron los anuncios de las grandes catástrofes que nos podrían llegar si no se votaba una determinada agrupación o si se permitía que el lobo feroz lograra hacerse con la cesta de caperucita. Por cierto, ¿Caperucita, era tan caperucita como decía el cuento? Tal vez con el paso de los años descubramos que ni la jovencita era tan tierna, ni el feroz animal, era tan peligroso. Pero eso no lo veremos hasta que una y otro, se acerquen lo suficiente como para verle los ojos.
Ahora toca conocer, debatir, enfadarse o alegrarse por el resultado de las elecciones. Alguien dijo que lo que ha salido en esta convocatoria, podría suponer el preludio de lo que veremos en las generales de julio ¡rapidito, que es gerundio! Yo tengo mis dudas de que así sea porque, digo yo, que si se logró formar gobierno contra viento y marea, durmiendo incluso, con quien no se deseaba y logrando sacar adelante presupuestos generales y hasta Leyes "contra natura", quién dice que los que están, estén temblando por lo que haya pasado en éstas. Si se ha culminado una legislatura contra todo pronóstico y con enfrentamientos verbales que han rayado la marrullería; si se han soportado dos mociones de censura sin efectos posteriores; y, si han conseguido seguir gobernando aun manejando un puzle en el que las piezas han encajado solo con vaselina, ¿Quién podría asegurar que estén pensando en otra cosa que no sea repetir resultado en este juego de las sillas? Al pueblo casi que le da igual, porque si no lo hacen unos, lo harán los otros.
El resultado, en esta ocasión, ha vuelto a dejar un cuadro de España pintado de azul, sobre fondo rojo -el CIS no avisó de Tsunami, pero llegó-. Y, aunque la "Yenka" se ha vuelto a bailar, parece que por el lado de la izquierda, la cosa ha ido algo más rarita de lo que se podía pensar. Pero faltando algunos, volveremos a ver sentados a la mesa de la gran comilona pública a muchas caras re-que-te conocidas. Parece que volveremos a ver unas mayorías absolutas donde, con anterioridad, solo veíamos mayorías absolutas. Y se volverá a ver a gente que estaba en la oposición, ocupando puestos de la oposición. ¿No me digan que también se dieron cuenta de la repetición? "Todo pasa y todo queda" que diría nuestro Antonio Machado. Tristemente, este tipo de "déjà vu", no debería resultarnos novedoso, al fin y al cabo venimos viéndolo, sufriéndolo y en, algunos casos también, gozándolo, desde hace muchísimo tiempo. Otro motivo más para entender que hay gente que seguirán sin preocuparse de que alguien venga a moverles las sillas que ocupan. ¡Nati de plasti!
En Canarias se presentaban para ocupar plaza del Gobierno, una serie de partidos que pretendían recomponer el ramo de flores con el que han estado gestionando el pastizal recaudado. Frente a ellos se plantaban otros partidos que deseaban cambiar la decoración y/o según nos decían, cambiarlo todo para dejarlo como estaba. Si para ello, tuvieran que hacer pactos con gente con la que últimamente no deseaban pactar, pues pelillos a la mar. También había partidos en las garitas de los Colegios Electorales que aspiraban a ser reconocidos como la única opción para. para. Creo que era para sumar, pero no estoy seguro de la ecuación, porque había muchos "borrones" en el papel.
La realidad que ha salido de las urnas es que la ciudadanía ha dejado el camino libre para que, en el Gobierno canario, tengamos durante los siguientes cuatro años -si la estrategia o maña política no lo impide-, unos gobernantes distintos a los que hemos tenido en estos últimos años. ¿Será un "vuelta a empezar", o se respetará algo de lo que haya estado bien hecho por los que dejan la varita de gobernar? Hagan lo que hagan, será siempre en beneficio del pueblo, pero sin el pueblo. ¡Que Dios nos proteja!
En el Cabildo de Tenerife pasaba algo similar solo que, en este caso, quienes se presentaban, lo hacían con nombre y apellidos sin esconder su candidatura en un listado. Unos y otros partidos se han traído a gente VIP para enfrentarlos a quien se presentaba a su reelección -al menos, en lo que a Tenerife se refiere-. Las urnas, ha decidido que quien tenga firma para la Cta. Cte. del banco donde se depositan los dineros, sea quien estaba hasta ahora, solo que en esta ocasión, se otea temporal de centro derecha y posiblemente, el bastón de mando, le dure muy poco en las manos a quien se le dio en las urnas. ¡Marchando un voto de censura!
Y en los Ayuntamientos, el análisis de la cosa, ha ido por barrios. O mejor dicho, por pueblos; porque si bien es verdad que se preveían cambios sustanciosos en Santa Cruz, la realidad ha sido que el pueblo ha decidido que quien estaba en la oposición, no pueda llenar los edificios de ascensores y sigan mandando los que estaban. Y en La Laguna, aunque el alcalde actual haya ganado, se prevén ruedas llenitas de palos. En el resto de la isla, parece que todo sigue igual, salvo alguna sorpresa -Guía-. Mayorías, donde había mayorías y pactos a la vuelta de la esquina. Algunos de ellos, realizados a trompicones.
Como resumen, podemos afirmar que hemos asistido a una "prueba-error" cuyo resultado más sonado ha sido la fecha del 23 de julio, para las Generales". Y las palabras clave que nos han quedado: Tsunami, pactos, VOX, dimisiones -sin exagerar- y a votar. ¿Otra vez? - Sí, a votar que es la extra de verano.