Se acerca la celebración del sorteo más famoso del año, el de la lotería de Navidad. Es muy frecuente la práctica de compartir un décimo entre varios jugadores, quedando el boleto físico en manos de uno de los participantes.
La picaresca de algunas personas las ha llevado a apropiarse de tan suculento premio, en lugar de compartirlo con quienes habían pactado su reparto en caso de buena fortuna.
¿Qué podemos hacer para prevenir sorpresas cuando compartimos un décimo?
La mejor manera de evitarnos disgustos es dejar constancia por escrito de los números que se comparten, la cuota de participación de cada jugador y su identidad.
Una forma cómoda y fehaciente de hacerlo es, por ejemplo, a través de los grupos de mensajería instantánea donde las conversaciones se pueden conservar como WhatsApp, siendo muy práctico recoger por este medio los datos anteriores y una fotografía del décimo jugado. Para mayor seguridad, recomendamos hacer una captura de pantalla de dicha comunicación.
¿Y en caso de discrepancia?
Si tenemos conocimiento de que nuestro décimo ha sido premiado y la persona encargada de preservarlo se niega a compartirlo con nosotros, debemos ponernos en manos de un abogado, ya que podríamos ser víctimas de un delito de apropiación indebida por parte del depositario, quien además tendría la posibilidad de cobrar el premio de forma inmediata ante la administración de lotería si su importe no supera los 2.000 euros.
Eva de la Cruz, directora de Dalia Abogados.