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¿Podría estar desafinando algún “Concierto” en Sanidad?

Por José Luis Azzollini García
lunes 28 de marzo de 2022, 11:40h

Hoy me voy a atrever a meterme en un jardín del que espero salir sin rozaduras de ningún tipo. Aun sabiendo que el tema que tocaré, es delicado, llevo tanto tiempo haciéndome preguntas sin respuestas que me satisfagan lo suficiente, que me ha parecido prudente intentarlo, una vez más, por esta otra vía.

Para ir entrando en materia e implicar a toda persona que lea este artículo en las cuestiones que me planteo, les voy a pedir participar en un ejercicio tan sencillo y clarificador, como para entender de lo que les voy a hablar.

Partamos de mis dudas. Se resumen en la batería de preguntas que me suelo auto-formular y que, en alguna ocasión también, se las he planteado a otras personas entendidas en esta materia, pero si respuesta convincente:

¿Toda persona que esté amparada por los servicios de la seguridad social debería tener el mismo tipo de prestaciones? ¿Puede o debería influir el lugar de residencia para que se tenga un servicio mejor o peor cualificado? ¿Se descuenta de las nóminas más o menos la misma cantidad a todo el mundo -quién tenga nómina, obviamente- como aportación a la seguridad social -creo que sobre el 4,7% se salario base, además del 23,60% por parte de la Empresa-? ¿Influye el lugar de residencia para el cálculo de las prestaciones? ¿Debería ser igual el servicio a recibir si tenemos por válido el que las aportaciones a dicho organismos es similar independientemente de que ocupes el puesto que ocupes y vivas donde vivas? Entonces, ¿por qué razón un españolito de a pie, como yo mismo, puede encontrar algunas diferencias en lo recibido?

Y, aquí es donde comienza el ejercicio que les pido que hagan; digamos que comienzo a meterme en el jardín, hasta comenzar a cubrir de barro mis tobillos.

Ejercicio primero: Señor o señora que vive en la ciudad de La Laguna y le da un dolor torácico con algo de extensión de dicho dolor hacia su hombro izquierdo. Siente algo de fatiga y un poco de náuseas. Son las 3 de la madrugada y quien vive con él o ella, decide y le convence, para ir a urgencias. Al vivir en la zona de San Benito, se dirige al Centro de Salud de mismo nombre. El equipo médico que le atiende, decide que puede haber un posible problema cardíaco y lo remite a su centro hospitalario de referencia ¿A qué hospital cree la parte lectora que habrán llevado al paciente? ¿Qué tipo de servicios encontrará el paciente en este centro hospitalario que no pudieran ofrecerle en su Centro de Salud? ¿Cuánto tiempo habrá podido transcurrir entre el comienzo de su dolor y la atención en el hospital al que lo han remitido? ¿Será, esto del tiempo y los servicios que recibirá, algo importante a ser considerado dentro de la dolencia que se sospecha que tiene esta persona? Les dejo un ratito que piensen.

Ejercicio segundo: señor o señora que vive en Santa Cruz de Tenerife, a la altura de la calle de La Rosa y se le presentan los mismos síntomas que al caso anterior pero en este caso son las dieciocho horas. Es trasladada a urgencias de Centro de salud de Ruiz de Padrón -barrio del Toscal- y allí deciden bajo criterio médico que lo conveniente es su traslado, como en el caso anterior, a su centro hospitalario de referencia. Les formulo las mismas preguntas que se hicieron para el caso anterior. Ya tienen los dos primeros casos para ir pensando. Sigamos con el análisis.

Ejercicio tercero y último: Pongamos ahora que el señor o señora a quien le da el dolor en el pecho con su ramificación hacia su hombro izquierdo y resto de similares síntomas que en los dos casos anteriores, vive en La Orotava o en Los cristianos. Pongamos, también, que en ambos casos hablamos de un horario cercano a las 02:00 horas de la madrugada. Y en primera instancia, quien vive en el norte de Tenerife, se dirige a su Centro de Salud más cercano que puede ser el C.S. Orotava Dehesas. Y, quien vive en el sur de la isla lo llevan al Servicio de urgencias del C.S. de Los Cristianos. En cualquiera de los dos casos, se decide remitirlos, con los mismos argumentos de sospecha de algo más grave, a su Centro hospitalario de referencia. Las preguntas vuelven a ser las mismas que en los casos del primer y segundo ejercicio. Solo que, llegados a este caso y comprándolo con los dos anteriores, insisto en una cuestión que tiene que ver con las consultas del principio: ¿Aportan todos los pacientes mencionados -los de las zonas metropolitanas y los de las rurales- la misma cantidad a la Seguridad Social?

Dando un pasito más dentro del jardín -el barro comienza a tocarme las rodillas- voy a ofrecer algunas pistas vividas y/o conocidas, que puede que ayuden a resolver lo planteado.

Quien vive en La Laguna, será desviado al Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC). Este centro está a unos diez o quince minutos desde el Centro de urgencias de San Benito. Ya en el hospital, contará con un servicio de urgencias más sofisticado, con mayor número de aparataje y con un cuadro médico de especialistas que incluirá a médicos adjuntos y residentes de guardia de diferentes especialidades de las consideradas antiguamente “mayores”. Para entendernos, si al final se confirma la sospecha de un posible daño a nivel del corazón, habrá estado atendido por los especialistas que entienden de ese tipo de dolencias en un relativo corto espacio de tiempo.

Quien vive en Santa Cruz de Tenerife, será desviado al Complejo Hospitalario Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (HUNSC) y obtendrá el mismo tipo de servicios por similar equipo de médicos especialistas que estarán también de guardia y en más o menos el mismo tiempo de respuesta que en el caso del paciente lagunero.

Seguramente, si han contestado a las preguntas que se formularon al principio, dando el mismo peso a lo que han de aportar a la Seguridad Social unos y otros, independientemente de donde se viviera y que por lo tanto tendrían derecho a recibir el mismo tipo de prestaciones sin tener en cuenta tampoco el lugar de residencia; estarán pensando que los pacientes del sur y del norte, habrán sido atendidos en sus correspondientes centros hospitalarios de referencia -uno en el Puerto de la Cruz y otro en Playa de las Américas- por médicos especializados en la posible dolencia que se han planteado en estos hipotéticos cuatro casos presentados para el ejercicio.

Todo iría perfectamente si en la negociación de prestación de servicios a los pacientes, con los Centros hospitalarios de referencia no capitalinos, se hubiera contemplado la obligatoriedad de que así fuera. Pero, ¿Es así como sucede? Y ya doy otro paso más, hacia el centro del jardín -me cuesta dar pasitos, porque el barro ya me llega a la cintura-. A partir de ahora les hablo desde lo se aprecia desde el punto de vista del usurario -lo que esté escrito en el convenio de colaboración, no está al alcance de todo el mundo-, por lo que ruego al dios de la jardinería que no me culpe en exceso de mi desconocimiento.

Les cuento lo que pasa en el norte, que es lo que más conozco por vivido: Desde el servicio de urgencia del Centro de Salud -por norma general- se remitirá a los pacientes por un médico de familia al centro de referencia “concertado”, que como he comentado, está en el Puerto de La Cruz. En esas horas nocturnas no habrá en dicho centro hospitalario más equipo médico que el que se ha especializado en urgencia -doy esa aseveración por válida-, dispondrán de equipo para hacer determinadas pruebas químicas y/o mecánicas que no se disponen en los centros de salud. Pero el análisis de dichas pruebas, no lo podrá valorar un especialista de ramo de la cardiología, de la neurología o de la medicina interna, simplemente porque su jornada laboral -hasta donde se conoce-, no contempla su presencia en el hospital más allá del cierre de las consultas externas. En el supuesto caso de que en este otro centro, se considere por segunda vez que, el o la paciente, ha de ser remitido a uno de los hospitales donde puedan atender una posible confirmación de la sospecha, será trasladado al HUC o al HUNSC dependiendo si se sale desde el norte o desde el sur de Tenerife, respectivamente. Pregunta: ¿Tiempo de este otro grupo de pacientes, en ser atendidos por los especialistas que ya fueron atendidos los pacientes de los casos primero y segundo? Además de lo transcurrido hasta ese segundo diagnóstico, que no suele bajar de una a tres horas -no me pregunten porqué-, habrá que añadirle la media hora o tres cuartos de hora que se tarde desde estos otros “puntos intermedios” hasta los centros auténticamente de referencia hospitalaria.

Con este nuevo dato, ¿podemos seguir hablando de igualdad, cuando (empleados y empresas) hemos de pagar nuestra cuota a la Seguridad Social?

Yo estoy más en la idea de pedir que se revisen los contratos de colaboración entre Sanidad y los hospitales privados, sobre todo en lo horarios fuera de los “normales” de trabajo -podría ser revisado, también por la oposición, aunque por el tiempo que esto lleva produciéndose, posiblemente hayan participado en su firma-. No creo que haya que pedir la supresión de esos servicios, sino de revisar lo que se ha de ofrecer en ellos y ver si coincide con lo que se debería ofrecer para equiparar a toda la población con el mismo baremo de servicio. En caso de que, por razones económicas, sea inviable el exigir a la parte privada que disponga de los mismos medios y equipos humanos que se ofrecen en los hospitales metropolitanos, sí que tal vez sería bueno que existiera la posibilidad de que sea el paciente -o sus familiares- quien decidiera a que centro se le tuviera que remitir desde los servicios de urgencias locales y se le pusiera a su disposición el transporte “medicalizado” acorde con su emergencia.

Entiéndaseme bien, que en ningún momento es mi intención ir en contra de la medicina privada. En absoluto. El cuadro médico que allí trabaja se entiende que estará tan cualificado como el que más y la ayuda que presta a la pública es valorable. De lo que hablo en este escrito es de recibir, de lo público, el mismo nivel de atención, esté donde esté el lugar que se ha elegido para vivir y sea la hora que sea cuando se necesite hacer uso de este derecho. Y, esto, hablando solo de las llamadas islas capitalinas, desconozco lo que ocurre en las otras -“las mal conocidas como menores”-, o en pueblos del País, alejados de los grandes centros hospitalarios. Se sabe que la Sanidad es un servicio transferido a las Comunidades, pero hemos leído mucho en la prensa las desigualdades que se dan dependiendo de si hablamos de autonomías de un lado o de otro -política y geográficamente hablando- del territorio español.

¿No debería tener, este servicio público, la misma cualificación y valoración independientemente de dónde se preste?

¿Será mucho pedir que se revisen los contratos a ver si algo no está en su sitio?

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