El grupo insular de Podemos ha llevado a la pasada Comisión Plenaria de Presidencia del Cabildo de Tenerife la queja de personas residentes en la calle Don Quijote, en el barrio de San Benito de La Laguna, que han mostrado su rechazo a las obras que el Cabildo de Tenerife está realizando en el enlace con la Autopista del Norte.
Fernando Sabaté, consejero del grupo Podemos en el Cabildo expuso la lista de problemas que la obra del Cabildo ha provocado. “Han aparecido grietas en las fachadas de sus casas, se han eliminado una treintena de árboles que protegían las viviendas de parte de los ruidos y de la contaminación de la autopista. El ruido y las vibraciones que ya sufrían aumentarán, ya que a su calle se le añade un carril más, que se desempeñará como vía de desaceleración de la Autopista. Y estas personas se quejan también de la falta de información sobre el proyecto, a pesar de haber mantenido reuniones con los responsables políticos y técnicos del mismo”.
Sabaté propuso a la Directora Insular de Carreteras y Paisaje del Cabildo de Tenerife que incorpore una adenda a la actual licitación para intentar corregir en la medida de lo posible la huella sonora y de vibración que van a sufrir los residentes de la zona.
El consejero de Podemos recordó en la Comisión de Presidencia que el pasado mes de diciembre los vecinos presentaron una queja al Ayuntamiento, apoyada por 60 firmas y con el respaldo de dos asociaciones vecinales, pidiendo la paralización de la obra. También en esas fechas varios vecinos interpusieron un recurso administrativo a la obra de Remodelación del Enlace de San Benito, en el que solicitaban la revocación del acuerdo del Consejo de Gobierno Insular sobre tal proyecto, ya que esas obras son susceptibles de producir perjuicios irreparables al vecindario de la zona.
“La corporación insular vuelve a caer una y otra vez en el mismo error: comunica muy mal las obras que hace. Hoy la ciudadanía es muy exigente y quiere conocer los detalles de los proyectos que les afectan y que pagan con sus impuestos, y para ello no hay que escatimar en medios ni en tiempo para hacer partícipe a la ciudadanía y entender que ésta no es un sujeto que observa, sino que de forma creciente y en cada vez más casos quiere (y debe) participar de forma activa“, remarca Sabaté.