La intervención se realiza sobre unos conductos que permiten que los espermatozoides se trasladen desde los testículos hasta el resto de estructuras que conducen a la uretra. Hay que tener en cuenta que sólo el 10% del semen está formado por espermatozoides.
La vasectomía interrumpe el paso de los espermatozoides por el conducto deferente, un tubo muscular que impulsa el esperma hacia afuera gracias a contracciones de músculo liso, sin afectar al resto del volumen seminal que se va formando en el resto de estructuras del sistema reproductivo hasta su salida en la eyaculación por la uretra.
Según explica a Infosalus Natalio Cruz, Coordinador Nacional del Grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología, se mantiene el funcionamiento sexual y se continúa eyaculando con el mismo volumen, reducido de forma mínima, ya que el semen está constituido en un 10% por espermatozoides y en un 90% por otros fluidos.
Entre las falsas creencias sobre la vasectomía, Cruz señala las dos más importantes: su efecto negativo sobre la sexualidad y su carácter irreversible. En el primer caso el urólogo apunta que para muchos hombres la intervención supone una mejora en sus relaciones sexuales ya que les libera de la necesidad del uso del preservativo.
En cuanto a que el proceso no se puede revertir e implica la imposibilidad de ser padre, Cruz señala que el porcentaje de éxito en las operaciones que reestructuran los canales deferentes supera el 90% y que en último término es posible rescatar los espermatozoides que el organismo sigue produciendo para utilizarlos en procesos de
reproducción asistida.
PASAR POR EL QUIRÓFANO
La operación dura aproximadamente unos 20 minutos y tiene un postoperatorio confortable, con pocas molestias dolorosas en las primeras 24 horas, molestias leves dentro de las primeras 48 horas para pasar a mínimas en los siguientes días. Si la profesión que se ejerce no supone esfuerzos físicos importantes la reincorporación laboral se puede hacer a los dos o tres días.
El urólogo señala que la intervención no supone ninguna gravedad y que no está contraindicada salvo en casos en que exista algún tipo de alergia al material quirúrgico empleado.
Lo que sí es necesario, señala Cruz en cuanto al consentimiento médico-legal en la intervención, es que exista conocimiento y aceptación de la pareja sobre la realización de la vasectomía en su compañero dado que el tener hijos es un derecho legal reconocido de toda persona.