La reelección de Jorge Marichal al frente de la patronal hotelera de España (CEHAT) es la opción mayoritaria preferida por el sector. Sin embargo, algunos destacados hoteleros liderados por Simon Pedro Barceló andan moviendo influencias para orquestar una candidatura alternativa que desplace a Marichal, apoyándose en el caso judicial por el que el hotelero canario ha tenido que abonar una multa de casi 590.000 euros.
La postura de Barceló -en la que también se encuadraría el holding turístico de la familia Hidalgo, ahora en proceso de desmantelamiento y, a su vez, condenado en 2017 a pagar 30 millones por fraude en las subvenciones destinadas a residentes- contrasta con la opinión del resto del sector en las Islas. Tanto la FEHM como la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH) apoyan, junto a las grandes compañías que las integran, la continuidad de Marichal en la patronal CEHAT. El canario es una buena opción por su sensibilidad hacia los asuntos que tienen con ver con la insularidad y con las economías totalmente dependientes del turismo, como son Canarias y Baleares.
Barceló y quienes le apoyan en su oposición a la reelección de Marichal argumentan, en cambio, que no deben prevalecer estos méritos frente a la necesidad de elegir a alguien sin ningún tipo de mancha judicial. La realidad es que el caso judicial que afectó al presidente de la CEHAT, relativo a la venta irregular de nueve apartamentos, se remonta a 2009. La sentencia que se hizo pública la semana pasada obliga al hotelero a pagar 586.000 euros, confirmando el fallo del Juzgado de lo Penal número 8 de Canarias, de julio de 2019, y de la Audiencia Provincial, de mayo de 2020.
Una vez conocida la sentencia, el Comité Ejecutivo de CEHAT expresó su respaldo a Marichal, quien a su vez convocó elecciones para zanjar dudas. Ante circunstancias como las actuales, el sector debería moverse con criterios de unidad, especialmente en un momento de profunda crisis económica como la producida por la pandemia y las restricciones a la movilidad, que han tenido efectos demoledores en la actividad turística. Marichal es una buena opción que no debería verse perjudicada por un asunto que afecta a sus negocios privados y por los que ya ha rendido cuentas ante la justicia.