Me temo que el juguete se nos ha ido de las manos. Cuando una ministro del Reino de España dice públicamente imbecilidades como todes, niñes, chiques o estupideces similares es que ya no se respeta ni el idioma, y el idioma es un medio para la comunicación entre personas y no para crear ideología.
La señora Montero (quizás, debería apellidarse Montera) -siguiendo con su espíritu- y como circula por las redes no es un cargo público, sino una carga pública. Las palabras, según su género, pueden tener un significado diferente, pues no es lo mismo un cargo público que una carga pública, obviamente.
Algo que no identifica a los podemitas es la coherencia, por lo que nunca dejaría que se le llamase carga pública. El problema es que efectivamente es una carga que nos cuesta 500 millones del ala en los presupuestos del Estado. Un Ministerio sin gestión, ni proposiciones de Ley y que no es otra cosa que una agencia de empleo (o agencio de emplea): a modo de ejemplo, la niñera, niñero o niñere de 58.000 pavos o pavas al año; la verdad es que el idioma que hablan los podemitas suena raro y es difícil. Imagino que solo nos pasa a los fachas, a los del patriarcado y demás chusma que no estamos de acuerdo con sus chorradas (o chorrados). A mí, si un podemita me llama facha, no me ofende, pues esencialmente no sabe qué quiere decir.
Toda esta estupidez del lenguaje inclusivo no crea Vd. que es puro esnobismo, que pretende diferenciar a los progres de los carcas; esta imbecilidad tiene una carga ideológica en relación a la normalidad y naturalidad del tercer género. Estas situaciones, evidentemente complejas, no se pueden liquidar con un simple eslogan o marketing de tercera división. El trato que debe dar el Estado de Derecho al mundo trans no implica solo la modificación de unos artículos del Código Civil, cuyo legislador, allá por 1889, no podía ni imaginarse de lo que hoy hablamos.
Detrás de esa terminación –e- hay, o debería haber, debates legales, morales, biológicos, médicos para los que en ningún caso está capacitada la gran ignorante que es la ministro Montero (a). El problema, desde mi humilde opinión, es que la gente de ese partido habla de cosas que ni ellos entienden; su discurso es vacío de contenido y se limita a una serie de lemas que no pueden desarrollarse, pues detrás de esos eslóganes está la nada. Nada de nada. Si escuchamos el discurso de un podemita, incluso de los más ilustrados, observaremos que solo hablan de generalidades, de frases hechas (que no hechos), y que escupen odio a todo aquel que no ¿piensa? como ellos. No conozco a nadie que haya oído una idea constructiva surgida de Podemos o su entorno.
No tienen ninguna capacidad, afortunadamente, de ofrecer ninguna (o ninguno) (o ningune) solución ante la crisis sanitaria y económica que venimos sufriendo. No es que el Presidente Sánchez tenga ninguna solución, pero al menos es educado (o educade). Nos miente a la cara, pero, al menos, no nos sorprende.
Creo que con la que está cayendo en este país su gobierno debería estar centrado, por ejemplo, en los procedimientos de vacunación y de curación de los enfermos de COVID, en asegurar que todos los compatriotas nuestros pueden comer cada día tres veces, en que se reduzcan las colas del hambre, en que los emprendedores generen empleo, en que sea un país con seguridad jurídica donde sea atractivo invertir, en que uno tenga los mismos derecho en Sevilla, Madrid o Palma, en que, en definitiva, sea un país feliz.
Introducir el debate de la terminación –e- como está el país me parece una indecencia moral y un analfabetismo insostenible. Como dijo Hobbes (Almirante Hila, sale en google) 'primum vivere deinde philosophare'.
La democracia es un sistema político que no es perfecto; quizás, solo es el menos malo, pues tiene muchas imperfecciones, muchas, demasiadas, y una de ellas es que cualquiera puede llegar a ser Presidente del Gobierno. De hecho, tenemos a un cualquiera de presidente del gobierno y así nos luce el pelo. Los peores en todo de la Unión Europea, y, en algunos datos, del mundo.
A los que acceden a un cargo se les pide una relación de bienes para saber si cuando salgan del cargo se han enriquecido con la política. Eso es pueril y ridículo; nadie que sea corrupto pondrá bienes a su nombre o ingresará el producto de un soborno en su cuenta bancaria. Lo que se les tendría que exigir es un certificado de su vida laboral; ahí consta para qué empresas han trabajado o si han sido autónomos, y allí veríamos que muchos de los que plantean soluciones para la sociedad no han trabajado más allá de su partido, desde la adolescencia ensobrando propaganda.
Me gustaría ver la vida laboral de la Presidente Armengol, del Almirante Hila, del Senador Cosme Bonet, del diputado Casado, del Presidente Sánchez, del diputado Abascal, de la diputada Arrimadas, del candidato Iglesias. ¿Cuántos de estos han trabajado de verdad fuera de la política y saben qué es liquidar un trimestre, como ocurre hoy a todas las empresas y autónomos de este país? Y, dentro de diez días, a pagar las nóminas y todo eso con esta crisis que sufrimos, con dificultades de ingresos y sin más posibilidad de descubiertos bancarios, y, además, con un recargo del 20 por ciento si lo haces fuera de plazo. No saben, ni se imaginan. lo que es tener ese estrés de la realidad cotidiana cuando de uno dependen varias familias, incluida la propia.
En la vida fuera de la moqueta y de un cargo público hace mucho frío, y estamos los de siempre, los que trabajamos para pagarles su salario, sus caprichos y sus ocurrencias, lo cual algún día debe cambiar. Dicho esto, les aseguro que soy un tipo muy feliz.