El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha asegurado que "ya queda menos" y que de aquí a pocas semanas podríamos estar "en una situación realmente buena", por lo que ha instado a no permitir que "se conviertan en un infierno".
Así se ha expresado en una rueda de prensa conjunta para dar cuenta de la evolución de la pandemia con la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, al ser preguntados si consideran que las comunidades están
desescalando las medidas demasiado deprisa.El epidemiólogo ha recordado que hay siete comunidades con una incidencia
menor a los 250 casos por cada 100.000 habitantes cuando la media nacional es de 320.
Y aunque
sigue siendo un "dato muy malo", a medida que ese umbral desciende y se rebaja el nivel de alerta "alguna de las medidas se puede modificar, cambiar o relajar de alguna forma", lo cual no implica, sin embargo, que se rebajen las demás: "cuantas más medidas se rebajan por un lado, mejor hay que aplicar las que quedan", ha advertido.
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"Queda ya poco, queda menos,
cada día que pasa es un día que ganamos a la epidemia y ahora es claro: tenemos una vacuna de la que cada vez va llegando en más cantidad, con lo cual es más probable que de aquí a pocas semanas estemos en una situación realmente buena", ha subrayado.
Pero "lo que no podemos hacer es que estas pocas semanas que nos quedan se
conviertan en un infierno en lugar de un camino tranquilo y relajado hacia una buena situación".
También Calzón ha querido lanzar un mensaje de optimismo al decir que
"merece la pena el esfuerzo". "Ahora sí que queda menos, no podemos estropear todo lo que hemos conseguido hasta ahora", ha abundado.
Por otra parte, y ante la divergencia de resoluciones que están dictando los tribunales en distintas comunidades sobre el cierre decretado de la hostelería, Simón ha recordado que la sentencia desfavorable del TSJPV ha supuesto
"un problema para las herramientas de control" de la transmisión que tiene esta comunidad.
Pero no ha sido así en Navarra o Cantabria, "entre otras cosas, porque la evidencia que se acumula día a día sobre el impacto de las
reuniones sociales en bares o en casas es cada día mayor".
"Ya es obvio, no hay prácticamente duda; de hecho, en nuestro país se observa una correlación bastante importante desde el momento en que se toma la medida del
cierre de la restauración y de las grandes reuniones sociales con el control de la transmisión", ha reiterado.