Esta última semana se ha hablado mucho de la vacuna, que sí protocolo, que si dosis, que si alguno se ha colado, que no llegan, que no se va a llegar a la inmunidad de rebaño, que así no habrá temporada turística, etc, etc. Todo ello muy preocupante y con los que nos gobiernan, o eso intentan, tiene mala solución.
Yo propongo otra vacuna de la cual hay dosis suficientes para todos, cuyo protocolo es sencillo, es gratis, y que la inmunidad de rebaño se alcanza en muy poco tiempo.
Y es la vacunación del sentido común. Eso que tenemos a nuestro alcance y que , a veces , es tan difícil de aplicar porque nos complicamos la vida de una manera muy absurda.
Ante una crisis sanitaria, social y económica tan brutal tendríamos que pararnos un momento y reflexionar y al igual que cualquier madre o padre de familia estudia el presupuesto familiar y ante esta situación reorienta sus gastos familiares y reorganiza su economía . Habrá gastos que recortar, habrá que compensar los ingresos con los gastos, intentarán no endeudarse con los bancos porque el futuro es incierto y después hay que devolver lo prestado, etc. En definitiva se adaptará toda la familia con sacrificios y restricciones para poder pasar lo más confortable posible esta situación. Coincidiran conmigo que esto es aplicar el sentido común.
Pues los que nos gobiernan no saben, mejor dicho no quieren aplicar el sentido común. son los que manejan nuestros dineros y ante la que está cayendo se niegan a hacer un parón, reestructurar todo según las necesidades actuales, dejándose de ideologías y partidismos, osea aparcar todo sectarismo y pensar en aquellos que lo están pasando peor.
Adelgazar la estructura del Gobierno a lo imprescindible, reestructurar el presupuesto priorizando las necesidades de familias, trabajadores y empresas y endeudarse lo menos posible para que futuros gobiernos puedan seguir avanzando en una sociedad más justa.
Pues no, ni se adelgaza la estructura del gobierno, ni se prescinde de lo que ahora no es prioritaria y se sigue endeudándose, y todo por mantener sus estructuras ideológicas antes que a las personas.
Si las familias se aplican el sentido común ante la situación que padecemos, porque no lo debe hacer quienes nos gobiernan. La necesaria e imprescindible vacuna del sentido común es lo que hay que inocular a nuestros gobernantes recordándoles que es gratis, fácil de dispensar y muy eficaz ante el virus del sectarismo.
Si (
No(
