El gobierno portugués ha anunciado este jueves que a partir del próximo domingo y durante 14 días limitará cualquier salida del territorio luso de sus ciudadanos y que repondrá controles en la frontera terrestre con España, aunque, según ha subrayado el Ejecutivo, "las fronteras no están cerradas".
"Hay control, pero las fronteras no están cerradas", ha señalado en rueda de prensa la ministra portuguesa de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, quien ha insistido en que lo aprobado por el Consejo de Ministros para la próxima quincena "no es un cierre de fronteras". Sin embargo, la declaración de la ministra fue haciéndose más confusa conforme se acumulaban las preguntas de los periodistas para tratar de aclarar cómo sería la situación en la frontera con España.
Por ejemplo, Vieira da Silva llegó a sostener que las excepciones para cruzarla serían muy similares a las vividas cuando la frontera efectivamente estuvo cerrada, entre el 17 de marzo y el 1 de julio de 2020, pero momentos después repitió que no estarán cerradas. Tanto el cierre como la reapertura de la frontera común vivida el año pasado tuvieron como requisito indispensable el acuerdo entre los gobiernos de España y Portugal.
FRONTERAS TERRESTRES
El decreto del Consejo de Ministros reza textualmente que a partir de las 00.00 del 31 de enero se determina "la reposición del control de personas en las fronteras terrestres", sin agregar más detalles. También confirma lo avanzado en el Parlamento por el ministro de Administración Interna, Eduardo Cabrita, quien dijo que se limitará la movilidad de los portugueses entre el 31 de enero y el 14 de febrero por cualquier vía.
"Los ciudadanos nacionales están impedidos de cualquier salida al extranjero, independientemente del país. La situación epidemiológica es grave y nuestra responsabilidad es cumplir de todas formas posibles para evitar un crecimiento de casos", ha explicado la ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva.
PACIENTES ATENDIDOS EN AMBULANCIAS
La situación de la Covid en Portugal está adquiriendo tintes verdaderamente dramáticos durante las últimas jornadas. Tal es la saturación en los centros hospitalarios que muchos enfermos han de ser atendidos en las ambulancias por falta de espacio y de camas en los equipamientos sanitarios.
Las cifras contabilizadas este jueves en el país luso no invitan precisamente al optimismo, ya que Portugal ha dado a conocer sus registros máximos de afectación de la pandemia desde que se inició la crisis sanitaria, con 16.432 positivos y 303 fallecidos en las últimas 24 horas.