Las elecciones catalanas tendrán lugar finalmente el 30 de mayo, y no el 14 de febrero, como estaba previsto inicialmente. La Generalitat ha tomado esta decisión con el apoyo de la mayor parte de partidos políticos con representación en el Parlament autonómico, si bien a este consenso general no se ha sumado el PSC, cuyo candidato en los comicios es el actual ministro de Sanidad, Salvador Illa.
El aplazamiento de las elecciones ha sido propuesto por la Generalitat durante la reunión que ha tenido lugar este viernes en el Parlament, y ahora falta tan solo que la nueva fecha sea corroborada en una nueva convocatoria de comicios que correrá a cargo del Ejecutivo autonómico.
El motivo del aplazamiento está directamente relacionado con la grave situación epidemiológica existente en Cataluña, en paralelo al resto del país, y el riesgo que supondría, a juicio de los partidarios de la modificación de la convocatoria, mantener la fecha del 14 de febrero.
De hecho, según el área de Salut de la Generalitat, el nuevo calendario hará posible que hasta el 30 por ciento de los electores de Cataluña ya hayan recibido la correspondiente dosis vacunal de protección frente a la Covid.
DESACUERDO DE PSC Y VOX
Además del PSC, tampoco Vox se ha mostrado partidario de trasladar las elecciones al 30 de mayo. Ambas formaciones no han descartado la posibilidad de presentar un recurso judicial en contra del cambio de fecha y de todos los protocolos que esta decisión implica, como la nueva revisión del censo de votantes y la tramitación de las diversas listas.
En cambio, los dos socios de gobierno, ERC y Junts per Catalunya, así como los partidos de la oposición Ciudadanos, que se proclamó vencedor en los últimos comicios, PP y Comuns han prestado su apoyo al aplazamiento.
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