En esta sociedad hiperconectada, los ciudadanos cada vez más informivoros, estamos saciados y saturados de tal cantidad de información, muchas veces “chatarra”, que es fundamental que seamos conscientes del peligro de aceptar ideas sin critica y es muy adaptativo que desarrollemos una postura de cuestionamiento y de evaluación de la reputación de nuestras fuentes de información. Es decir, como dice Gloria Origgi , cada vez dependemos más de los llamados dispositivos reputacionales para cribar y medir el “ rango social de cada bit de información “ que integramos en nuestra mente.
Desde nuestra humildad intelectual, aceptando nuestra dependencia informativa, no nos podemos permitir un pensamiento débil.
Con este gobierno preñado de populismo, no nos podemos con-formarnos con auto confinarnos en nuestra zona de confort y en nuestra pereza intelectual.
Si como dice Frederick Hayek “la civilización se basa en el hecho de que todos nos beneficiamos del conocimiento que no poseemos”, no nos queda mas remedio que transformarnos en ciudadanos no solo votantes, sino vigilantes, vetantes , evaluadores críticos y con criterios de la acreditación, fiabilidad, veracidad y reputación de las fuentes de información que luego metabolizamos.
Es decir, urge, que sepamos de donde viene, que rango de reputación tiene la fuente, quienes son los referentes que lo sostienen y cuales son mis creencias (y todos tenemos sesgos) para alinearme o no con dichos refrentes. Y siempre consumiendo realidad. Son los hechos y el tiempo los jueces implacables.
Desde este intento de marco conceptual está claro que el Gobierno central no goza de muy buena reputación con respecto a la información que trasmite. Podríamos decir que es , intrínsecamente un Gobierno- Trola , que esta poniendo en circulación masiva y sistemáticamente guiones enmascaradores , falsos y anestesiantes de la realidad. Inaudito lo de las cifras de muertos por Covid 19.
Su Santisima Trolidad , triangulo que controla y ejerce el poder , en este Gobierno, no respondería ni a una tonelada de pentotal sódico, puesta a modo de perfusión directa al sistema límbico cerebral. Su Sanchidad (copio a Carlos Herrera), su I-Vanidad i su Pablidad son inmunes al suero de le verdad. Huyen de la evidencia porque son adictos a la e.videncia@.com Asumen su mitomanía con desparpajo, gracia, donaire y soltura. Ellos se lo guisan y se lo comen, no precisan ningún comité de ex - pertos.
No son fiables ni transmiten confianza, pero eso no activa sus receptores de la vergüenza. Están en el sótano de la escala de la reputación, pero como carecen de empatía, de autocrítica y son adictos al poder, les importa un pepino. Ahora bien, nadie puede obviar las intenciones de la Santísima Trolidad.
No les basta con haber fagocitado a casi todas las televisiones y esponsorizado a muchos medios para que difundan sus relatos y cuentos manipuladores. Para colmo, están pariendo un “Ministerio del Verdad” para controlar la proliferación de bulos, falacias y demás desinformaciones, que, según ellos, construyen los demás. Si esto no es un mecanismo típico de la proyección paranoide, que venga Dios y lo vea.
De nuevo hay que rescatar al gran psicoanalista cordobés Castilla del Pino, para que nos aclare las andanzas del triangulo social comunista que okupa, ahora el poder, “una vez descubierto lo falso se impone la impostura y la sobreactuación tratando de proyectar la mejor imagen posible a la ciudadanía”.
Y para rematar, de nuevo, para retratar metafóricamente las andanzas de estos seudolideres , recurro de nuevo al mítico y fabuloso Oozlum , que se caracterizaba por volar hacia atrás, la cola hacia la frente y la cabeza en la popa .De este modo nunca sabia hacia donde iba, pero jamás perdía de vista de donde procedía. Hay que admirar la contraintuitividad del “pájaro” en cuestión. ¿Pero a donde nos llevan en su huida hacia delante?
Yo lo intuyo. ¿Ustedes?
Lo dicho ni con un gotero intratecal en le cerebro de pentotal sódico, van a decir la verdad.
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.