Para BBVA Research, las principales razones que están detrás de la caída del consumo este año son el deterioro de la renta y la riqueza de las familias, a pesar de las medidas puestas en marcha para paliar la crisis (ERTE o prestaciones de autónomos), y el repunte de la tasa de ahorro de los hogares, que superó el 22% en el segundo trimestre, una cifra "sin precedentes".
La entidad afirma que en el promedio del año el ahorro alcanzará el 15%, el doble que en 2019, y añade que, a pesar del aumento previsto del 7% del consumo en 2021, a finales del año que viene el gasto de las familias todavía se situará en torno a un 5% por debajo del que existía a finales de 2019.
Según el informe de BBVA, el consumo de los hogares ha caído tanto por el menor gasto en servicios como el destinado a bienes duraderos, cuyas compras disminuyeron en dos trimestres prácticamente lo mismo que en toda la crisis precedente (2008-2012).
En el segundo semestre de este año, las compras de bienes repuntarán y también una parte de las de servicios, excepto las asociadas a las actividades de consumo social, como la hostelería, el ocio o los viajes.