Favorecer la conciliación de trabajo y familia, sostener la natalidad y ayudar a las familias numerosas Y monoparentales son objetivos que deben volver a aparecer en los presupuestos de estas islas y los del estado para el año que viene y que hasta hace poco rehuían estos problemas.
España tiene la tasa de fecundidad más baja de la Unión Europea, con 1,23 hijos por mujer, insuficiente desde hace años para asegurar el reemplazo generacional y no digamos en Baleares que no llegamos ni al 1,20 hijos por mujer . La situación demográfica es catastrófica, y hay que advertir que estaríamos ciegos si no fuéramos conscientes de las consecuencias que a medio y largo plazo esto va a tener por el envejecimiento relativo de la población.
El apoyo a las familias con hijos tiene que ser una orientación fundamental en las políticas fiscal, laboral y educativa. Se trata de hacer más fácil la conciliación de la vida familiar y laboral: que los padres puedan tener los hijos que deseen y, al mismo tiempo, desarrollar sus profesiones. De hecho, en las encuestas las mujeres siempre dicen desear un número de hijos mayor del que de hecho tienen.
El aumento de la natalidad no es incompatible con la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y esto no es una cuestión solo de las leyes, sino algo que depende de las empresas, de los poderes públicos y de toda la sociedad, porque es una cuestión vital para nuestro futuro.
Al hablar de la política fiscal deberíamos hablar de un impuesto sobre la renta que ayude a las familias numerosas, a las madres en los primeros años de maternidad, al cuidado de los hijos y de las personas mayores.
Empieza un nuevo debate esta semana con el techo de gasto del presupuesto para nuestras isla y veremos si se propondrán verdaderas políticas con perspectiva de familia.
Veremos ,o no , si nuestros gobernantes están ciegos ante uno de los retos más acuciantes en la situación actual de una pandemia que se avecina ruinosa para mucha gente y más para las familias que empiezan a estar en la ruina