Donald Trump se ha declarado a sí mismo “inmune al coronavirus” tras asegurar, en su cuenta de Twitter, que ya dispone del alta médica que le considera absolutamente rehabilitado de la infección que se le detectó hace algo más de una semana y que motivó, incluso, su hospitalización durante algunos días.
“Un alta completa y total por parte de los médicos de la Casa Blanca”, ha escrito Trump en su cuenta personal. En su opinión, “eso quiere decir que ya no lo puedo coger, y que ya no puedo transmitirlo”.
Sin embargo, los médicos que tratan al presidente de Estados Unidos y candidato republicano a la reelección no comparten íntegramente este diagnóstico. En su último parte, el jefe del equipo de facultativos que atiende a Trump, el doctor Sean P. Conley, se limita a indicar que el presidente no presenta “fiebre desde hace más de 24 horas, y todos los síntomas han mejorado”, señal, según afirma, de que el virus “ya no se reproduce activamente”. No obstante, Conley no hace uso en ningún momento de la expresión ‘alta médica’ a la hora de referirse a la situación epidemiológica del actual inquilino de la Casa Blanca.
Con su ‘auto diagnóstico’ en la mano, Donald Trump ha retomado con frenesí su actividad pública, en plena batalla por la reelección, con el objetivo de ir restando la desventaja que todavía le separa de su rival demócrata, Joe Biden.
En su último mitin, pronunciado en la localidad de Sandford, en Florida, Trump no ha dudado en expresar a los miles de seguidores que se dieron cita para aplaudirle y vitorearle, que su deseo sería “abrazarles a todos”, en una clara referencia a su firme convicción de que ya ha desarrollado la completa inmunidad frente al virus.