CaixaBank y Bankia barajan el domingo 13 de septiembre como posible fecha para la reunión de sus respectivos consejos de administración. Previsiblemente, a lo largo de este encuentro se adoptaría una decisión fundada sobre la operación de fusión de ambas entidades. Los máximos órganos de gobierno de los dos grupos bancarios esperan contar para entonces con los resultados de la 'due diligence' (auditoría legal) que les permita disponer de todos los datos sobre la mesa para adoptar la decisión de seguir adelante o no con el acuerdo
Aunque los consejos de administración de CaixaBank y Bankia aún no han sido convocados formalmente para el domingo 13, se trata de una de las fechas que más probabilidades tiene para ser la elegida, dado el interés de ambas entidades por acelerar los procesos al máximo. Ambos consejos autorizaron el inicio de las negociaciones, que arrancaron de forma discreta antes del verano, y para su pertinente asesoramiento contrataron a sendos bancos de inversión (Morgan Stanley en el caso de CaixaBank y Rotschild en el de Bankia), además de consultoras (Deloitte y EY, respectivamente) y asesores legales (Uría Menéndez y Garrigues, respectivamente).
Si los resultados que arroje la 'due diligence' son positivos, los consejos decidirán dar el pistoletazo de salida a la operación y convocar sendas juntas extraordinarias de accionistas, que se celebrarían previsiblemente en otoño, para conseguir su preceptiva autorización a la ambiciosa operación.
CaixaBank y Bankia pretenden apurar los plazos y otorgar celeridad a los trámites correspondientes con el fin de tener ultimada su fusión antes de finales de año, de modo que ésta pueda materializarse al cierre del primer trimestre de 2021. La operación, que daría lugar a la primera entidad de banca doméstica en España, ha arrancado con fuerza, al contar con la bendición del supervisor (el Banco Central Europeo) y el Ministerio de Economía, aunque no así con la del socio de la coalición de Gobierno Unidas Podemos.
ACTIVOS POR IMPORTE DE 650.000 MILLONES
La fusión de CaixaBank y de Bankia, tercera y cuarta entidad por tamaño del sector financiero español, daría origen a un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia), lo que propiciaría significativas sinergias.
Desde el ámbito de la solvencia, las dos sociedades financieras se sitúan en los puestos de cabeza de los bancos cotizados españoles, con una ratio de CET1 del 13,27 por ciento en Bankia y del 12,3 por ciento en CaixaBank, con lo que la nueva 'CaixaBankia' estaría entre los bancos españoles más solventes.
En cuanto a las autorizaciones, y dada su presencia mayoritaria en España, es muy probable que ambas entidades notifiquen la operación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en lugar de remitirla a Bruselas. Tan solo CaixaBank opera también fuera del país, concretamente en Portugal.
DOS FASES EN EL CONTROL DE CONCENTRACIONES
La Ley de Defensa de la Competencia plantea el procedimiento de control de concentraciones en dos fases. En la primera, que durará un máximo de un mes, se analizará la operación, y el consejo del organismo presidido por Cani Fernández decidirá si el proceso debe ser autorizado (con o sin compromisos) o si, por el contrario, exige un análisis más detallado.
La mayoría de operaciones se aprueban en esta fase. En 2016, se resolvieron 102 operaciones de concentración, de las que 96 fueron autorizadas en primera fase sin compromisos y 5 con compromisos.