El FC Barcelona ha confirmado la recepción de un burofax enviado por Leo Messi en el que el jugador reclama que se le facilite la carta de libertad con el objetivo de abandonar el club de manera inmediata, es decir, antes del inicio de la nueva temporada.
La reacción de Messi se produce un día después de que el nuevo técnico azulgrana, Ronald Koeman, comunicase por vía telefónica a Luis Suárez, compañero y amigo íntimo del astro argentino, y a otros tres componentes de la plantilla, concretamente Umtiti, Rakitic y Arturo Vidal, que no cuenta con sus servicios para que formen parte del equipo en la campaña 2020-2021.
Precisamente, las formas hasta cierto abruptas en las que el Barça ha comunicado a Suárez su desvinculación, un año antes de la finalización de su contrato, han motivado una corriente de indignación contra el club catalán en Uruguay, país de origen del delantero.
Hasta el momento, no se conoce la respuesta oficial de la directiva presidida por Josep Maria Bartomeu al requerimiento de Leo Messi. El que es jugador franquicia del club desde hace más de una década se halla ligado al FC Barcelona hasta el 30 de junio de 2021, con una cláusula de rescisión valorada en 700 millones de euros.
LA DEBACLE ANTE EL BAYERN DE MUNICH
Sin embargo, la debacle del equipo en la eliminatoria de Champions disputada ante el Bayern de Munich, que se proclamó finalmente campeón de la competición, sumada a la intención de la dirección técnica blaugrana de prescindir de Luis Suárez, habrían motivado que Messi haya movido ficha solicitando desligarse de la disciplina barcelonista con efectos inmediatos y apurar los últimos años de su carrera lejos del club al que llegó procedente de Argentina cuando era apenas un niño, con 12 años de edad.
Entre los conjuntos que, hipotéticamente, podrían estar interesados en incorporar al internacional argentino a sus filas se hallan algunos de los grandes trasatlánticos continentales, como el Inter de Milán, el París Saint Germain, el Manchester City y la Juventus de Turín, donde Messi podría coincidir con su rival más encarnizado, Cristiano Ronaldo, con quien, sin embargo, nunca ha mantenido una mala relación personal.
La creciente tensión entre Leo Messi y la cúpula directiva del FC Barcelona se ha acentuado en el transcurso de la temporada recientemente finalizada. Desde su debut en el primer equipo, el que está considerado como el mejor jugador de su generación se ha convertido en el máximo estandarte mundial del barcelonismo.