No sé si será por la nostalgia de hace unos meses cuando uno salía al principio a aplaudir a las 20h, aunque al cabo de unas semanas sinceramente ya no sé ni que aplaudía, todo era al igual por ser solidario con mis vecinos o no ser el rancio del barrio. Pero ahora en estos momentos con la economía bajo mínimos, viendo como los autónomos/empresarios aguantan como jabatos o cierran con lágrimas en los ojos, paseando por las calles en las que el cartel de “se vende o se alquila” empieza a ser el predominante, yendo a las playas casi vacías de turistas y con cientos de negocios que ni han llegado a abrir, necesito aplaudir a alguien.
Lo dije hace meses, llegará un momento en dónde ojalá dejemos de aplaudir a los sanitarios, porque lo peor haya pasado, pero necesitaremos aplaudir por ejemplo a aquellos empresarios que no tiran la toalla, que van sacando de los ertes a todos los trabajadores que pueden, que no renuncian a su sueño, a su estilo de vida que es sencillamente “no vivir del dinero público” pero contribuir a que otros lo puedan hacer y que el País sea mejor para todos. También me gustaría aplaudir a los políticos que hagan cosas positivas en esta situación y a los que se aparten reconociendo que esto les viene muy grande y den paso a otros, un gran aplauso para estos últimos porque estarían haciendo un gran favor a todos y aplaudir también a periodistas como Vicente Valles.
Me gustaría aplaudir a la juventud, no sólo a los que respetan la vida de los demás tomando precauciones como la mascarilla o la distancia personal, sino a aquellos que piensan que el fin del mundo es mañana y que hay que pasárselo todo lo bien que se pueda hoy saltándose todas las precauciones, pero a estos últimos no se si podré aplaudirlos, los veo muy ajenos a lo que pasa, muy atontados y por cierto me gustaría aplaudir en todo caso a sus padres que tienen que tomar la decisión de caerles mal, aunque sea empleando el viejo sistema de nuestras abuelas de la zapatilla voladora o restringiendo sus pagas semanales, porque sin dinero no hay bebidas ni juerga descontrolada y teniendo en cuenta que la mayoría no trabajan, habrá que cerrarles el grifo de una vez.
También me gustaría dar un aplauso a esa Unión Europea que, aunque sea en el último momento ha abierto la caja de los euros hacia nuestro País, aunque el aplauso no sea unánime a todos los países ya que algunos dirigentes parecía que apostaban más por cargarse el Eurogrupo, sin además tener una alternativa frente a EEUU o sobre todo a China. También me gustaría aplaudir a Inglaterra o Alemania porque sepan distinguir que es un destino seguro hoy en día, aunque desgraciadamente en otros puntos del País no sea así, no debería castigarnos con cuarentenas desmotivadoras para cualquier turista.
En mi lista de no aplaudir hay muchos nombres y países, pero aquellos que me siguen semanalmente saben perfectamente quienes pueden ser, nombres con sabor a vino barato, amantes de los aviones de estado, filósofos venidos arriba, Iglesias populistas o países con tulipanes opacos y por supuesto países con largas murallas y dictadores “blanditos” como un Panda.
Pero me quedo con que quiero aplaudir sobre todo a personas que hagan cosas de verdad importantes, no sólo su trabajo habitual, para que esto no sea un sangre, sudor y lagrimas que ya lo es, sino el principio a la vuelta de la normalidad, nuestra normalidad de la que nunca debimos salir y un virus unido a cientos de incompetentes de todo el Mundo nos la ha truncado y usted de verdad ¿no le gustaría también aplaudir?