Si hace unos años existía un progresivo consenso respecto de la necesidad de proteger a la familia como uno de los elementos fundamentales y como unidad esencial de la sociedad, con esta crisis sanitaria se reafirma este consenso. La familia, con la confinación en que estamos viviendo, configura nuestro desarrollo social, económico, político y cultural. Y tiene también, en estos momentos, un papel decisivo como factor de vertebración e instrumento de cohesión social, como mecanismo impulsor de la solidaridad intrageneracional e intergeneracional y como cauce singular para el libre desarrollo de la personalidad de la ciudadanía.
Se está demostrando que la familia debe ser considerada como un elemento con capacidad de contribuir a la construcción y mejora de la sociedad. El futuro marco legal de apoyo que se debe plantear, cuando acabe esta pandemia, debe tener un enfoque integral, asegurando la protección social, económica y jurídica de las familias de forma global y estable en el tiempo, por lo que resulta especialmente oportuno que las Illes Balears dispongan del marco normativo de rango adecuado y acorde con el desarrollo de la calidad de vida de las familias, reconociendo su derecho a recibir los recursos y prestaciones suficientes, potenciando la función de protección social que siempre han tenido en momentos de dificultades y garantizando una respuesta eficaz ante los supuestos de vulnerabilidad. Pero para ello tenemos que tener un gobierno que crea en la familia como unidad esencial de la sociedad.
La familia continúa siendo un medio vital de preservación y transmisión de valores culturales. Puede y a menudo lleva a cabo la educación, la enseñanza, la motivación y el apoyo de sus miembros individuales incidiendo así en su crecimiento y actuando como fuente vital para su desarrollo.
Además la familia provee el marco natural para el apoyo emocional, financiero y natural esencial para el crecimiento y desarrollo de sus miembros, particularmente de los hijos y para el cuidado de ancianos, discapacitados y enfermos. Y con la que nos viene encima, va a ser determinante tener familias sostenibles para recuperar una sociedad sostenible
La familia sigue siendo un medio vital de prevención y transmisión de los valores culturales. La familia funciona en muchas ocasiones como auténticas empresas generadoras de ingresos, función que es crucial para su supervivencia, particularmente para las familias en situación de pobreza o vulnerabilidad.
Saldremos de la crisis sanitaria y económica, si somos capaces de fortalecer y apoyar a las familias haciendo de ellas lo que siempre han sido, la columna donde se apoya toda la sociedad. O la salida de la crisis pasa por la familia o no habrá salida.
¡Feliz Domingo de Pascua!