Las consecuencias de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus están obligando a adoptar medidas de calado en España. Este martes, el Consejo de Ministros aprobó una segunda parte del paquete de medidas de estímulo de la economía que se resume en la inyección de 200.000 millones en el sistema económico, 117.000 procedentes de recursos públicos.
Se pretenden paliar los efectos del frenazo en seco de la economía, aunque mucho pequeño empresario y autónomos ya han alertado de que el plan es insuficiente y debería ser más ambicioso a la hora de aplicar, por ejemplo, cotizaciones cero en un momento de confinamiento de la población y con nulos ingresos.Tampoco hace referencia a los alquileres cuando sí lo hace en el tema de hipotecas.
Habrá que esperar a la letra pequeña del plan y los detalles para su aplicación. Una entrada en recesión se da prácticamente por hecha, pero la evaluación de daños real todavía está lejos de poderse realizar -ya que no se sabe el alcance en el tiempo que tendrá esta crisis-. Así las cosas, no es descartable que el Gobierno se vea obligado a ampliar las ayudas si lo que se pretende es que el país no quede paralizado.
En Canarias, sin embargo, la medida adoptada este martes que más efecto puede tener en la contención de la pandemia es el cierre de puertos y aeropuertos de las Islas al desembarco de pasajeros y a los vuelos comerciales, respectivamente. Sel llevaba más de una semana solicitando al Ministerio de Transportes la medida, en línea de lo reclamado por el conjunto de fuerzas políticas de la comunidad. Finalmente, un día después de que Moncloa optase por el cierre de las fronteras terrestres a transeúntes, se ha acordado la medida de restringir el tráfico aéreo y marítimo.
La medida -que incluye excepciones y un mínimo tráfico de conexiones con Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao debería haber llegado antes. No dejaba de ser una anomalía la llegada de centenares de vuelos a la vez que se decretaba el confinamiento de los ciudadanos en sus casas. En este caso, la condición de islas tiene que servir para ayudar en la contención de la enfermedad y, si se sigue el guión marcado por las autoridades sanitarias, la cuarentena podría acabarse en un plazo de poco más de diez días. Otra cosa será superar del todo la crisis. Es entonces cuando será momento de evaluar la respuesta que se le ha ido dando y de reclamar más medidas de apoyo que, a buen seguro, serán necesarias.