“Dolor y gloria”, de Pedro Almodóvar, se ha alzado con el Goya a la mejor película edición de este año, la 34, de los premios de la Academia de Cine.
“Dolor y gloria”, de Pedro Almodóvar, se ha alzado con el Goya a la mejor película edición de este año, la 34, de los premios de la Academia de Cine.
Almodóvar se alza así con el premio principal frente a Alejandro Amenábar (el otro gran favorito) que llegaba a la cita con “Mientras dure la guerra”.
Pero Almodóvar se impone también a “La trinchera infinita”, “Lo que arde” e “Intemperie”, las otras aspirantes.
Con esta, Almodóvar ha ganado ya cuatro veces el premio (tras “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, “Todo sobre mi madre” y “Volver”) y es, por tanto el director español que más veces lo ha conseguido, superando a Amenábar y Fernando Trueba.
Recogieron el premio los productores de “El Deseo” Esther García, y Agustín y Pedro Almodóvar. Agustín agradeció la progresión de una película cuyo rodaje estuvo “impregnado de emoción” para dedicar el premio a su familia y a sus hermanas a quienes agradeció “el flan talismán” que les cocina cuando empiezan una película y “los recuerdos” de los que se apropian para componer sus guiones.
Almodóvar tiene diez goyas, al sumar a los siete conseguidos en estos años de carrera a los de guionista, director y productor de “Dolor y gloria”.
El primer Goya lo consiguió como mejor director en el año 2000 con “Todo sobre mi madre” y también ganó el de mejor película; un doblete que repetiría en 2007 con “Volver” y que revalida hoy.
Con “Mujeres al borde de un ataque de nervios” logró los Goya de mejor película y mejor guion y el Goya a mejor película iberoamericana como productor de “Relatos salvajes” en 2015.
“Dolor y gloria” es una de las películas más íntimas y personales de Almodóvar junto con “La ley del deseo” y “La mala educación”.
El filme, protagonizado por Antonio Banderas, narra la crisis vital y creativa de un director de cine y recorre desde su infancia en los sesenta en su pueblo de origen a su primer amor adulto en el Madrid de los ochenta, con la ruptura y la escritura como única terapia posible.
El primer premio para “Dolor y gloria” fue para Teresa Font, montadora de la cinta, que trabajaba por primera vez con Almodóvar; luego llegó el premio para Alberto Iglesias por la banda sonora, para Pedro por el mejor guion original y el siguiente Goya fue para Julieta Serrano, largamente aplaudida por el público, como actriz de reparto.
Banderas emocionó incluso a Almodóvar, que dejaba ver las lágrimas detrás de sus habituales gafas de sol, y al público al recordar que ese día se cumplían tres años de su infarto. Los dos últimos fueron a mejor dirección y mejor película.
La película representará a España en los próximos Oscar.