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Emprendedor autoempleado

Por José A. García Bustos
sábado 04 de enero de 2020, 04:00h

Si entre los nuevos propósitos del nuevo año se encuentra el de haber decidido emprender, enhorabuena. Se ha ganado mis respetos. Porque arriesgar capital e iniciar una aventura que, según las estadísticas, tiene un alto porcentaje de fracaso durante los primeros años, es digno de admiración.

Que el fracaso no llegue pero si lo hace que sea para aprender en qué falló y lo pueda corregir de cara al próximo intento. No abandone. Dicen que Edison fracasó mil veces antes de dar con la bombilla definitiva.

Existen muchos manuales con los principales errores que comete un emprendedor. Mi primer consejo es que sienta pasión por arrancar con su idea. Si no, no lo haga.

Después haga un plan de negocio realista. Si hay viabilidad económica y financiera, adelante. Tendrá que lidiar con gastos e inversiones no previstas, cambios en la demanda inesperados, dinamismo entre su competencia que requerirá continua adaptación para diferenciarse, impuestos y seguridad social desorbitados (son más elevados de los que comúnmente se piensa), personas de su equipo que no estarán a la altura y que tendrá que reemplazar y la existencia de una curva de la experiencia que irá mejorando su eficiencia y productividad con el paso del tiempo. Encima, cambios en el entorno tecnológico y económico que pueden ir en contra si no los ve venir y, a favor, si los prevé.

Emprender acelera el camino para conseguir la libertad financiera siempre que se haga bien. No sea un esclavo de su empresa pasando todo el día en el negocio. No se convierta en un emprendedor autoempleado. Es lógico que los primeros años haya más involucración personal del dueño en la actividad diaria pero cuidado, existe el riesgo de que sus clientes le busquen solo a usted y los empleados se lo consulten todo. Error. No cree tal dependencia. No les acostumbre a ello. Si lo hace, no podrá desprenderse de esos vínculos y su proyecto solo funcionará si está usted en el negocio. Ya no habrá marcha atrás. Reprogramar a clientes y empleados no es fácil.

Siendo un empleador autoempleado estará ingresando a cambio de sus horas de trabajo. No más allá. Es lo mismo que ocurre cuando eres asalariado. No hacían falta esas alforjas para ese viaje. Un negocio debería ser un acelerador para su libertad financiera y no un lastre. Recordemos que la libertad financiera no es nada más que tiempo. Es disponer de tiempo para hacer lo que quiera mientras tiene sus ingresos asegurados por otras vías.

Aquí van algunos consejos para no ser un emprendedor autoempleado. Aprenda a seleccionar un buen equipo y aprenda a delegar. Solo así podrá desvincularse de la operativa diaria del negocio. Desvincularse no es desentenderse. Gane libertad haciendo que el referente de sus clientes no sea usted sino sus empleados, otorgue libertad de decisión a su equipo con directrices muy claras de qué se espera de ellos y cuál es la estrategia a seguir, rodéese de los mejores aunque sean profesionales externos que le asesoren en diversos ámbitos del negocio, asuma que no siempre su decisión es la mejor y separe la gestión personal de la del negocio (sobre todo la caja).

Pero sobre todo, nunca, bajo ningún concepto, le ponga su nombre al negocio. Hacerlo es una declaración de intenciones. Detrás de la Cafetería Manolo estará Manolo con su familia. Y será Manolo quien haga todo desde primera a última hora. Será él quien ponga los precios y decida el menú del día. Será él quien vaya al banco, quien trate con los clientes, quien dé las órdenes a sus empleados, quien lave la vajilla y quien ponga el café.

Dicen que el ojo del dueño ve lo que otros no ven y que el dueño siempre tiene que estar al pie del negocio para que funcione. Es un equilibrio que debe encontrar. Por un lado, está la opción de ser el primero en llegar al negocio y el último en irse, pasándose el día controlando todos los procesos y lo que hace el personal. Esta opción le hará ser un esclavo de su empresa. Si lo hace y encima no se pone un sueldo, la esclavitud es doble. Por ese mismo trabajo recibiría un salario en otro negocio similar. Personalmente no tengo claro que esta opción proporcione mejores resultados que delegándolo en un buen equipo.

La otra opción es dejar los mandos del negocio en personas mejor preparadas que usted para que le vayan reportando los principales indicadores. Tendrá mayor coste pero podría darse el caso de que fuera más rentable si tiene un buen equipo que funciona por objetivos.

Esta última opción le permitirá ser libre. Libre para lo que quiera hacer con su tiempo. Incluso para poder montar otro negocio.

Feliz año nuevo y feliz emprendimiento no esclavizador.

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