Según Wikipedia, parte de los documentos secretos producidos por el Ejército Brasileño en la década de los 80 acreditan que sus superiores lo evaluaron “como dueño de una excesiva ambición en realizarse financiera y económicamente”, además “ tenía permanentemente la intención de liderar a los oficiales subalternos, en lo que fue siempre repelido, tanto en razón del trato agresivo dispensado a sus camaradas, como por la falta de lógica, racionalidad y equilibrio en la presentación de sus argumentos”
Este “personajillo" que además se hizo famoso por sus posiciones conservadoras y por la defensa de la dictadura militar de 1964 y, que desde que fue elegido concejal en 1989 ha estado afiliado en 9 partidos políticos, es ahora nada más y nada menos que el Presidente de Brasil.
Como era de esperar la pieza da bastante de sí, como suele ser habitual y no conformándose con hacer lo que suelen hacer los elementos de esta clase (emparejarse con una mujer muchísimo más joven y bellísima que acapare la atención del observador siempre para compensar sus propias carencias como persona), se atreve a arremeter publica y de forma obscena contra la esposa del Primer Ministro Francés Emmamuel Macron.
Cuesta entender que determinados seres con dos patas puedan llegar a Gobernar un País, una ciudad e incluso un pueblo pequeño. Cuesta entender que haya quienes legitiman a auténticos ineptos y depredadores para gestionar el futuro no ya de los suyos sino de todos.
Mientras la Amazonia arde Bolsonaro presume de su rubia platino y le falta al respeto también utilizándola como cebo para carearse con Macron. Bolsonaro juega al despiste y pone en bandeja ante la opinión pública mundial un conflicto inexistente porque Macron por nada del mundo se casaría con su esposa y viceversa. Este juego macabro quizás tenga algo que ver con la falta de actuación y falta de seguimiento de la Policía Militar de Pará y de la Fuerza Nacional de Seguridad así como su pasividad ante el anunciado “Día del Fuego”.
Macron seguramente no tendría que haber caído en la trampa y tendría que haber hecho caso omiso a un comentario en Facebook que sólo es importante si les das importancia. A Macron le bastaba su dialéctica y sentido común para poner en evidencia a nivel Mundial las carencias de un verdadero elefante en una cristalería. En el fondo sin embargo lo entiendo, los franceses son románticos y una historia de amor como la de Emmanuele y Brigitte Macron vale la pena defenderla a capa y espada.
Si (
No(
