China no está dispuesta a quedarse con los brazos cruzados mientras observa cómo Estados Unidos ha elevado los aranceles a productos chinos. Por ello, en un golpe de efecto, el gobierno chino ha subido los aranceles a las importaciones de EEUU por un valor de 60.000 millones de dólares.
El país asiático ha elevado hasta los 60.000 millones de dólares los aranceles a un conjunto de productos norteamericanos que ya habían sido gravados previamente.
Como se recordará, Estados Unidos elevó recientemente sus aranceles a las importaciones de productos procedentes de China por un valor de 200.000 millones de dólares.
La postura de China no hace sino agravar el actual contencioso que mantienen ambos países y que, aunque se sigue negociando, las conversaciones siguen sin llegar a buen puerto.
En el caso de que las reuniones fracasaran, se iniciará una guerra comercial a escala mundial que afectaría determinantemente a la economía del planeta generando una fuerte desaceleración económica.