Silencio total en la investigación de la desaparición de la estudiante mallorquina Natalia Sánchez Uribe en París. De momento, lo poco que ha trascendido es que la policía francesa ha interrogado al casero de la joven.
Según el testimonio de éste, Angelo Pavia, habían quedado para que la chica le entregara las llaves ese mismo día pero asegura que nunca se presentó. Él la esperó en el interior de la vivienda, donde todavía quedaban pertenencias de ella.
La Vanguardia publica este miércoles una entrevista con Pavia en la que reconoce que la esperó toda la noche en el iunterior del inmueble y que incluso se llegó a duchar allí. No obsnate, según su versión, "en la casa no había sangre, no había objetos rotos, pero era extraño. No había signos de violencia pero había señales de una persona que huye o que no ha logrado volver a casa".
Natalia tenía previsto dejar el día 1 de mayo la vivienda en la que residía y se iba a vivir las últimas semanas que le quedaban de curso a la casa de otra estudiante. Hasta allí se trasladó con dos maletas pero se marchó a por una tercera y nunca más se supo.
De momento, lo único que se ha encontrado de ella es su mochila con su móvil y portátil en una zona boscosa de la universidad.