www.canariasdiario.com

Murieron con las selfies puestas

Por Jaume Santacana
miércoles 11 de julio de 2018, 04:00h

Sé que no es de recibo, ni mucho menos de buen gusto, trivializar un fenómeno tan trascendente com es la muerte, por otra parte un hecho de lo más natural cuando las circunstancias permiten unas condiciones, si no favorables, por lo menos lo más dignas posibles. Ahora bien, no me negarán ustedes que hay maneras y maneras de morir y que algunas resultan como mínimo sorprendentes por no decir asombrosas o chocantes. El clásico de morir resbalando a causa de una piel de plátano, por ejemplo, aunque en este caso el factor de la defunción pueda considerarse como casi inevitable. Hay gente, sin embargo, que fallecen por imprudencia o incluso por pura insensatez; es el caso de aquellos que pierden la vida por una tontería absurda tal como por una simple selfie, acto de tecnología contemporánea si los hubiere.

Sepan ustedes que el 60% de todas las muertes que tienen lugar en el mundo mientras la víctima se estaba haciendo una selfie suceden en la India, según el estudio Me, myself and my killfie: characterizing and preventing selfie deaths, trabajo realizado en colaboración entre la Universidad Carnegie Mellon (EEUU) y el Instituto de Información de Indraprastha, en Delhi (India). Entre marzo del 2014 y septiembre del 2016, 76 de entre las 127 personas que murieron en el planeta mientras se hacían una autofoto perdieron la vida en el enorme país asiático. Un grupo de diez jóvenes naufragaron cuando intentaban posar juntos dentro de su barquichuela y volcaron la embarcación a unas cuantas millas de la costa del Índico. Cabe añadir que precisamente la India posee una tasa de mortalidad por ahogamiento muy alta; todos los años 86.000 indios mueren anegados, cifra que representa el 20% de todas las muertes por ahogo en el agua, sean lagos, ríos o el propio océano.

En el estado de Tamil Nadu un par de personas fueron arrastradas al mar cuando, desde sobre unas rocas, quisieron autofotografiarse y las olas se los llevaron al fondo del piélago. Sin movernos de la gran península india, en Hyderabad, un hombre quiso hacerse una selfie impactante en medio de la vía ferroviaria con un tren de fondo. No calculó correctamente la distancia y el convoy lo desmenuzó sin contemplaciones.

Pero la India no es el único país en el que las autoridades han tenido que tomar medidas para intentar frenar esta mortaldad innecesaria. En julio del 2015, frente a una oleada de selfies letales, el gobierno ruso puso en marcha una campaña informativa con el título de “un me gusta no vale una vida humana”; los políticos se dieron cuenta de que, de alguna manera, era necesario congelar la caterva de adolescentes (básicamente) que se hacían selfies en rascacielos, puentes o torres de comunicación. Según la web princenomics.com, el 30% de las fotos que realizan los jóvenes entre los 18 y los 24 años son en formato selfie. Además, un 75% de los muertos resultan ser hombres, algunos de ellos al intentar fotografiarse subidos a un patinete eléctrico y a toda leche.

Visto lo visto, no creo que sea necesario escribir más sobre la estupidez que reina en el cerebro de esta parte de la población humana. No se trata de suicidios (acto que, habitualmente, requiere un gran coraje mezclado con una fuerte dosis de desesperación) sino de muertes completamente absurdas, vacías de contenido y, sobre todo, perfectamente eludibles.

Si las proporciones que les he descrito (127 personas fallecidas en 30 tristes meses) aumentaran ostensiblemente, deberíase hacer algún tipo de examen mental a la hora de vender móviles, como se hace en algunos países (no en EEUU) a la hora de vender armas, principalmente, de caza.

En algunas ocasiones, todavía existen noticias que sorprenden.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios