¿Piove? ¡Porco Governo!
Por
Miquel Pascual Aguiló
sábado 09 de diciembre de 2017, 04:00h
La frase es absolutamente auténtica. El verano de hace dos años una familia aborigen italiana, casi una tribu, acababa de instalar las sombrillas y los utensilios de playa, en la arena de uno de losfantásticosrincones de Les Cinque Terre en Italia, Monterosso, la única playa de arena del entorno,cuando empezó a llover. La reacción del capo de la tribu fue inmediata, repentina: ¿Piove?, ¡porcoGoverno!, que en traducción libre en castellano sería: ¿Llueve?,¡Puto Gobierno!.
Los italianos usan este aforismo habitualmente, que si fuera habitual en España, seguramente los defensores de lo políticamente correcto lo tacharían de mal gusto. Acepto que sea verdad que los gobiernos son siempre culpables de todo lo que no funciona, pero maldecir la lluvia, en la situación que vive España, me parecería una tomadura de pelo.
Considero que es una frase que además de definir el carácter italiano también define claramente el carácter español. Aquí no tenemos la maldición de los italianos limitada a cuando llueve. Entre nosotros, el governo es porco tanto si piove como si no piove, que dicho sea en honor a la verdad, en nuestro caso si es verdad, valga la redundancia.
Uno de los grandes dramas de la política española, especialmente en estos últimos años de gobierno popular, es que nadie se hace cargo de sus errores. Ningún jefazo público acostumbra a asumir cuando ha hecho las cosas mal, y la responsabilidad y la culpade todos los problemas siempre la tiene la oposición, la situación económica externa, aun a veces la tiene herencia recibida, y hasta el gran candidato de siempre, la prensa.
Aunque es el drama menor comparado con la actuación de los gobiernos de Mariano Rajoy:
Porque es sus años de gobierno ha conseguido que:
España sea el segundo País de la Unión Europea donde más crece la brecha entre ricos y pobres desde que estalló la crisis, y donde a recuperación económica no haya ido acompañada de la disminución de la desigualdad sino al contrario, ésta continúa aumentando año a año.
El País en el que el índice de Gini (es un indicador, ideado por el estadístico CorradoGini, que mide la desigualdad en la distribución de la renta y riqueza de un país)más ha empeorado y la situación actual de las familias y las personas más golpeadas por la crisis contradice el optimismo en torno a los principales datos macroeconómicos.
El País donde hubo siete mil nuevos millonarios en España, solo en el último año. Tendencia de acumulación de riqueza en manos de unos pocos que es una de las principales causas de la desigualdad, ya que a la vez que crece el número de ricos se produce el deterioro de la situación de las personas más vulnerables.
A pesar de haber mostrado durante los últimos años una de las tasas de crecimiento más altas de Europa, no logra que este crecimiento sea inclusivo, cuando con crecimientos similares a los de España, durante el año 2015, en Eslovaquia o Hungría consiguieron reducir más la desigualdad y promover así un crecimiento más equitativo.
Uno de los países europeos con menor capacidad para reducir las desigualdades a través del sistema fiscal, tan solo por detrás de Letonia, Bulgaria, Estonia y Lituania, por lo que la desigualdad va in crescendo por el efecto de un sistema fiscal que no es redistributivo.
Un País donde las pensiones, el eje central del sistema de protección social, también están soportado la crisis y que más se ha deteriorado, y de seguir las cosas como hasta ahora, los mayores podrían acumular en una década una pérdida de poder adquisitivo en el entorno del 15% derivada solo del nuevo Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), que podría incluso duplicarse con la entrada en vigor en 2019 del factor de sostenibilidad, porque todo apunta a que la Seguridad Social seguirá arrastrando un elevado déficit, salvo que no se derogue esta reforma, las pensiones solo crecerán un 0,25% al año como mínimo hasta 2022. Por lo que la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de aquí a diez años será, como he dicho, de entre el 15 y el 17%, suponiendo que la inflación oscile entre el 1,5% y el 2%.
Por lo que, llueva o no llueva ¡Puto Gobierno!.