La vicepresidenta ha dicho que “el Gobierno lamenta que el presidente de la Generalitat haya decidido no contestar. No era muy difícil decir sí o no, no era una respuesta complicada. Solo se pedía claridad”. Ahora “la solución está en sus manos”.
En respuesta a la petición de una reunión con Rajoy lanzada por Puigdemont, ha contestado que “el Congreso de los diputados es donde se debaten los grandes temas. Nadie le niega el diálogo pero debe hacerse dentro de la ley, con claridad y en el Congreso”. La vicepresidenta asegura que Puigdemont “prolonga la incertidumbre y solo favorece a los que impulsan un proceso radical”.
Le sorprende que se pida diálogo“en nombre de Cataluña” cuando se “ignora a la oposición en el Parlament, se hurta información a los ciudadanos y se sigue a los radicales. Es poco creíble. Puigdemont tiene un grave problema no solo de respeto a la legalidad, sino a los ciudadanos”.