La de algunos políticos es muy notoria y escandalosamente pública pero no es la única. Creo que en estos momentos, quizás deberíamos reflexionar no sólo de nuestros “lideres” políticos sino también del resto de personas que son seguidas por cientos o millones de personas, en algunos casos con atisbos de idolatración, estos también son en cierta medida responsables de algunos, más que dudosos hábitos instalados en nuestra sociedad, eso por decirlo de manera suave.
Ayer veía una muy correcta película “EL muñeco de nieve” la cual se podría haber traducido por “EL muñeco que fuma” porque la apología sobre el tabaquismo que se vé y que tratan de introducirnos es de nota. Michael Fassbender estará lejos de su mejor actuación pero como reclamo-gancho de la industria tabaquera no tiene precio, vamos que esta mejor que aquel famoso vaquero al que rendían culto nuestros padres, viendo como se fumaba aquel pitillo encima de un caballo, en los anuncios de los cines y televisión.
Pero evidentemente y desgraciadamente no es el único, vemos a diario a jugadores de futbol, baloncesto, tenistas, algunos muy admirados por un servidor, anunciar casas de apuestas por ejemplo. Atletas que cobran por su trabajo millones de euros y que también tienen otras opciones publicitarias menos nocivas para sus seguidores que son en una gran mayoría jovenes y adolescentes. Los cantantes, también los podemos incorporar con sus ejemplos sobre adicciones varias y que me dicen de esos maravillosos actores o directores que se sitúan en contra de las grandes corporaciones, hasta que les financian un corto o les contratan para hacer publicidad y entonces se bajan los pantalones por tiempos. En definitiva las preguntas siguen ahí, ¿dónde está el límite para ganar dinero? ¿si ya son ricos o multimillonarios, no podrían escoger un poquito más sus anuncios? ¿no son conscientes de las repercusiones de sus mensajes? En definitiva ¿dónde se han marcado el listón de sus ingresos o de su procedencia, o no lo hay?
AL igual me salen con lo de “si no lo hago yo, lo hará otro” pués que lo haga otro imbécil, que seguro que hay muchos, pero en algún momento esto tiene que parar o se les tiene que volver en contra. También es verdad que cuando llega la Navidad, muchos colaboran firmando pelotas o bolas para causas benéficas o cantan en un concierto a favor de la causa de turno y todo termina con un lavadito de imagen, cremita incluida y a seguir haciendo caja por otro lado.
En este Mundo difícil y complicado para más del 90% de la población Mundial, hace falta más honestidad por parte de todos y si a tí deportista, cantante o actor entre otros, no te gusta lo que representan tus anunciantes, al igual tan siquiera lo prácticas o incluso seguro que más de uno lo rechaza en privado, haz algo tan sencillo y natural como decir que NO. Si a los políticos les exígimos responsabilidades y algunos de ellos apenas los conocen en su casa, a personas que mueven masas deberemos ser igual de exigentes, no podemos decir que no les vamos a votar, porque no son elegidos, pero si cambiar de cadena, pasar de ver ciertas películas o como mínimo dejar de adularles fuera de su trabajo, que firmen autógrafos a su familia, así acaban antes.