Orgullo sí pero...
miércoles 31 de mayo de 2017, 02:00h
Mañana empieza junio, el mes del Orgullo de verdad de la buena. Aunque haya ciudades que lo celebran cuando les sale del toto la realidad es que es en junio cuando el Orgullo llega a su climax y es cuando celebramos y recordamos cuando tantos maricones y travestis salieron a las calles de Nueva York peleando por su dignidad y reclamando respeto. Desde aquel momento la policía neoyorquina, la de San Francisco y la de tantas ciudades estadounidenses se lo pensaría dos veces antes de abusar de su poder humillando a gays, lesbianas, trans y tantos otros clientes de locales de ambiente.
Casi 50 años después en EE.UU. y Europa hemos conseguido ser ciudadanos casi de primera pero no podemos olvidar que a día de hoy ser gay en muchos países sigue siendo un delito grave. En Chechenia recluyen a los gays en campos de concentración si sus familias no los han matado antes presionados por las autoridades mientras Putin apoya y Europa mira hacia otro lado. En Siria son lapidados o lanzados desde las azoteas y los que logran escapar son perseguidos y marginados en los mismos campos de refugiados repartidos por el Mundo. En 2016 en Brasil fueron 340 los asesinatos con tintes LGTBIfóbicos, 144 asesinados eran travestis
con las que el ensañamiento de sus verdugos fue brutal e incluso colgaron sus "hazañas" en Internet sin esconderse porque sabían que saldrían impunes.
Rusia, el país más grande del mundo en los últimos años ha pasado a ser el abanderado mundial en homofobia y persecución al colectivo LGTBI que con la "ley antigay" ha devuelto a los armarios a miles de gays y lesbianas. La asquerosa presión de la Iglesia Ortodoxa y la connivencia de unos cuantos políticos radicales y ultras han encumbrado a Rusia al podio de los países en los que ser LGTBI se pone más cuesta arriba. En Irán muchos gays deciden operarse y cambiar de sexo antes que vivir con la cruz de ser maricón, no son trans pero como la transexualidad está mejor vista aboca a estas personas a dar un paso en falso del que no hay marcha atrás y que condena sus vidas.
En África lo raro es encontrar un sólo país en el que ser gay no sea una losa, si exceptuamos
Sudáfrica el resto del continente africano es una cárcel inmensa y salvaje si no eres heterosexual. Por no hablar de todos los países musulmanes, incluso los más modernos como Dubai o Abu Dhabi condenan las relaciones homosexuales o Arabía Saudi (donde reinan los "primos" de nuestra Familia Real) en donde incluso ser gay está penado con la muerte.
En España el número de denuncias por agresiones de odio LGTBI han crecido de manera brutal estos últimos años por no hablar del bullying en las escuelas o puestos de trabajo. Sabiendo que nos queda tanto por conseguir y que hay tanto por luchar salgamos a la calle a celebrar el Orgullo y a festejar lo que se tercie pero no olvidemos el verdadero sentido de salir a la calle que va mucho más allá de la fiesta, el lucir ciclazo y el triscar sin parar.