El secretario de Seguridad Interior del Gobierno de EEUU, John Kelly, ha informado de que el 75% de los detenidos tenían antecedentes penales y condenas en firme por diversos delitos. Dichos crímenes van desde homicidios hasta conducción bajo los efectos de sustancias estupefacientes.
Donald Trump aseguró el lunes que el objetivo es echar del país a los delincuentes, una promesa electoral para expulsar a los "muy, muy malos".
Las políticas del nuevo presidente de los Estados Unidos han levantado rechazo en todo el mundo, incluyendo una manifestación masiva registrada el lunes en México.