El atentado terrorista perpetrado en Berlín por un sujeto que a los mandos de un camión embistió a la multitud en un mercadillo navideño, matando a 12 personas e hiriendo a una cincuentena, ha vuelto a poner a Europa entera ante la cruda realidad de sentirse vulnerables en su propio territorio. El supuesto autor de la matanza ha sido abatido por la Policía en Milán, con lo que se da fin a la persecución del hombre más buscado de Europa. Pero su muerte no cambia la realidad a la que se enfrenta el viejo continente, la amenaza terrorista con una avalancha de refugiados intentando entrar en su territorio, entre los cuales hay algunos sujetos radicalizados que están dispuestos a unirse a las filas del Estado Islámico y a cometer atentados que causarán víctimas y dolor.
En España se mantiene en nivel 4 de alerta antiterrorista, que supone una especial vigilancia en lugares de alta concentración de personas, así como medios de transporte, puertos, aeropuertos y estaciones de tren y metro. Y a la vista del reciente atentado de Berlín y del atentado de Niza de julio de 2016, donde en ambos casos los terroristas usaron vehículos pesados para arrollar a peatones, conviene que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad adopten las medidas necesarias para evitar en la medida de lo posible, que sucesos así pueda repetirse. En este sentido, la colocación de obstáculos para que vehículos fuera de control no invadan zonas reservadas a peatones, se hace imprescindible en este contexto de amenaza terrorista creciente.
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