Ayer se presentó el anuncio de la lotería; como siempre se apela a la nostalgia y a la melancolía para animarnos a comprar lotería, imagino que los publicistas saben que tecla deben pulsar para que cada año nos superemos en la compra de décimos y confiemos en el azar para que se nos resuelvan nuestros problemas económicos.
Me ha gustado el sentido homenaje que se hace a la maestra; esa maestra que enseñó a leer y escribir a tantos niños. Todos tenemos un maestro que nos ha marcado y viendo el anuncio le hemos recordado.
Asimismo es un reconocimiento a los mayores que al final lo único que quieren es el bienestar de los suyos y como doña Carmina le regala a su hijo sus décimos (donde dice décimos podríamos poner pensiones y ahorros).
Yo, como doña Carmina, también juego a la lotería de Navidad con la ilusión de que me toque; inevitablemente cuando compro el décimo sueño con lo que haría si me tocase. Sólo son unos segundos pero son mágicos. Espero que esa magia se haga realidad pues nunca me ha tocado y creo que debe ser una sensación muy agradable.
La vuelta a la realidad siempre es dura. No podemos delegar en que loterías del Estado nos resuelva nuestros problemas. Esta idea es transferible a nuestros presidentes de comunidad de vecinos, alcaldes y presidentes de comunidad, somos los ciudadanos quienes debes afrontar y resolver nuestros problemas y como terminó por decir Segismundo “que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”
Debemos mantener sueños e ilusiones pero sabiendo exactamente lo que son. Que pasen un buen día.