En tal señalado día, en el que en vez de recordar, llorar y rezar por nuestros seres queridos, nos quieren distraer con atuendos de diablos y muertos vivientes, desterrando de la cultura popular de esta tierra, lo que venimos celebrando como la “Festividad de todos los Santos”, sustituyéndola por otra que denominan la Fiesta del “halloween” o de todos los diablos, cuyos importadores mejor se hubiesen dejado la horterada en casa. No ha sido así y ahora el halloween dichoso ya ha entrado en las escuelas y no hay quien se resista a sus encantos, pues digo que en este día, me veo en la obligación de hablar del inminente funeral socialista, donde van quedando más muertos que vivos.
En buena hora llega esta fiesta de los sustos. Para sustos y disfraces el de los socialistas, que los han cambiado, que no lo conoce ni la madre que los parió, ! señor Guerra!. Día de luto socialista por muerte cerebral de muchos dirigentes y por un sobrevenido estado comatoso general. Estamos viendo como regresan de la tumba política los militantes socialistas, travestidos de zombis, aturdidos y tambaleantes por los caminos del no hay retorno. Pero vamos, así lo han querido Susana y González y, quien manda manda, aunque sea a golpes y en el caso que nos ocupa, bastó uno.
Rajoy canta de nuevo aquella ranchera :“Sigo siendo el rey” y el dimitido Sánchez, mochila vacía al hombro, sale por los pueblos a que le fíen votos. En los pueblos ya no queda nadie ex secretario general, ni los que le acompañaron hasta el final como el camaleónico Antonio Hernando, el ahora portavoz socialista que no tuvo cojones de repetir unas cuantas veces más “No es no”. Claro el tipo aparentaba señorío, talante y fidelidad inquebrantable. A las primera de cambio se quito el disfraz y se puso otro, quedando a la altura del el betún, tan Rufíán, como el republicano catalán que le sacó de sus casillas el otro día en el Congreso. No se inquiete Don Antonio, todo saldrá bien, seguramente que Felipe, el que ordena y le manda, le guardará un buen sitio en el más allá del socialismo.
Rajoy no pidió nunca el alma socialista, se bastaba a sí mismo y con una tercera elección lo hubiese demostrado de sobra.
Lo tenéis claro socialistas os habéis hecho un siete en el trasero del pantalón . Ahora a pedir hilo y aguja a la “faraona Zuzana Díaz de Andalucia” para remendar lo que no tiene solución, la desaparición del Psoe. A Felipe ni nombrarlo, dejadlo solo y tranquilo, el sigue en su sitio, cobrando bien y, se fuma un puro.