viernes 28 de octubre de 2016, 19:22h
Anoche tocó una de mis galas favoritas, como ya sabéis, la de Halloween, en la que los concursantes viven una noche llena de sorpresas y emociones. Fue muy divertido ver como los nominados pasaban por el “pasillo diabólico” antes de nominar, desquiciados en su mayoría por el ataque de zombis. Entre los no muertos (muy apropiado), estaban infiltrados algunos de sus ex compañeros en la casa que iban con la doble misión de ser zombis por un rato y así optar a un hueco en la repesc
No hubo sorpresa en la expulsión y Rebeca se fue para casa. Ya comentaba en post anteriores que llegar de nueva a una casa en la que los roles ya estaban asignados es muy difícil. Rebeca no supo aprovechar su jugada y reflejado queda al ser expulsada en su primera nominación.
Los conflictos no dan tregua ni un solo día en la casa de Guadalix a cuentas de la comida, como ya pasó en mi edición. Lo recuerdo muy bien, la casa patas arriba entre los que esconden la comida y los que la roban. Conflicto seguro, pero cuando la necesidad aprieta es todo más duro de llevar.
La relación de Paul y Adara va de mal en peor. Los celos de Adara van en bucle constante, la madrileña ya está desvariando y busca en cualquier pequeño detalle un motivo de discusión. La defiendo desde el principio, pero esta semana me ha costado mantener mi postura. Con todo lo de Miguel estoy de su parte, pero ya que vea un tocamiento de pierna (válgame el cielo) como flirteo entre Pol y Meri es indefendible. Y si lo hubo, ¿qué?. El aislamiento es muy malo y quiero pensar que el tema de Miguel le ha pasado factura, porque me niego a pensar que en la vida real sea así de obsesiva, que roza lo enfermizo. Y lo que le espera, porque si ve la mayor en que Pol establezca un acercamiento con la que es una compañera que puede considerarse amistad, en el momento en que las fans quieran ir a saco a por Pol a esta le va a dar un parraque.
Si sumamos el cariño que le profesa la madre de Pol a Adara, esta relación no va a durar ni un telediario fuera de Guadalix.
Por su parte, Bea y Rodrigo han dado un paso al frente y llevado su relación de amistad a algo más, pactando llevarlo en secreto. Y he de admitir que en un principio no entendí muy bien cual era la finalidad de no contárselo a sus compañeros, pero con el paso de los días comprendí que el hecho de llevarlo a escondidas le suma más pasión y ganas a la historia, una historia de la que yo personalmente me declaro fan, ya que me parece que independientemente de que pertenezcan a dos mundos opuestos, han sabido bien como comprenderse. Tanto para Bea como para Rodrigo será una historia que les hará crecer personalmente; decir si será duradero o no es arriesgarse demasiado, pero por lo que a mí respecta ojalá qué duren mucho tiempo porque me parece que hacen muy bonita carpeta, perdón, quería decir pareja.
Miguel ya no sabe que hacer para captar un poco de protagonismo y ha decidido seguir desvelando su súper secreto. En esta ocasión ha sido el turno de Rodrigo, que no daba crédito al ver la calva de Miguel. Pero vaya, sin más. Hasta aquí el protagonismo de Miguel en la gala de anoche.
Durante toda la semana, Clara ha intentado hacer entender a su grupo que el papel que ha tomado Pol desde que comenzó el concurso tiene un lado oscuro. Sus argumentos han hecho dudar a Rodrigo, llegando a darse cuenta de que en realidad no sabe nada acerca de su vida fuera ni dentro del concurso. Por muy intocable que se haya sentido, la posible nominación ya ronda su cabeza. Ay, Gran Hermano, la fidelidad tiene las piernas cortas en Guadalix. La entrada de Clara al club no requirió falta ningún pacto, ya que el privilegio de esta semana del club era la nominación directa y Clara aprovechó su momento y subió a Pol a la palestra. No pudo salirle mejor la jugada.
Finalmente los nominados de la noche fueron Adara, Alain, Bárbara y Pol. Nominaciones de pesos pesados esta semana, se nota que ya está avanzando el concurso y empiezan a salir gente fuerte a la palestra, la cosa empieza a ponerse interesante.