Un mal movimiento y adiós a una escultura histórica.
Es lo que le ha ocurrido a un camarero del Museo Británico. Según la revista ' The Art Newspaper', el hombre se agachó para un arreglo y al levantarse, se llevó por delante el dedo de la Venus de Townley -una obra datada del primer o segundo siglo d.C.
El pulgar cayó aunque, afortunadamente, no se fragmentó por lo que ha podido ser restaurado sin problemas.
La entidad no hizo público lo ocurrido en aquel momento aunque, finalmente, ha salido a la luz gracias a la revista especializada citada anteriormente.