Mientras los socialistas se matan uno a otros para favorecer al poder que les manda callar, obedecer y ponerse de rodillas ante los otros, los elegidos, que también deberán reencarnarse de nuevo según las normas y el orden que marcan las siglas del IBEX. Los espectadores, somos saqueados por los cobradores del frac de la administración, quienes tienen orden de recaudar sin miramientos, “porque aquí hay mucho pobre y en Madrid también”.
Así es, regresados de las vacaciones estivales, rearman a los perros de caza y mandan atacar a los más flacos primero, que son muchos, pero “aún les queda chicha para machacar”. Sin darnos apenas cuenta, han saltado sobre las pobres y modestas haciendas para subirnos el Ibi un huevo y medio, un auténtico atraco: nos meten caña por tener un dulce hogar y nos lo hacen pagar a precio de palacete.
Se han fijado en nuestras modestas viviendas para meterles caña y como siempre viene ocurriendo han obviado a las lujosas mansiones.
El agua nos lo han subido hasta el cuello de tal modo y manera, que duchar el cuerpo por fuera será un lujo asiático, con lo que saldrá más barato hacerlo por dentro con una serie de” gintónics” de la marca España”, por supuesto. El Gas natural, la bombona, el recibo de la luz se han añadido a las subidas. No hay escapatoria, al que se niegue, se le descontará directamente de la nómina.
Es que en esta comunidad de ricos no hay dinero y hay que sacar de donde sea. Sólo el seguro de decesos, de momento, se mantiene. Será por aquello de que la esperanza de vida, dicen, se ha alargado y así cuanto más tiempo dure el cliente, más negocio para la Funeraria, hasta el día en que convertidos definitivamente en fiambre y, con la nota que alguien se encargara de poner en el dedo pulgar del pie izquierdo, “Pagado”, habremos finiquitado para siempre nuestras contribuciones y seremos aptos para que nos asen en la incineradora. Después por fin, la felicidad eterna, que estará exenta de tributar, supongo.
Por eso decía al inicio de este página, que voy cerrando, que mientras socialistas o no socialistas, monárquicos o republicanos, de izquierdas o de derechas, no se quieran enterar, de que el personal estamos hasta el gorro de sus diatribas particulares y de hay que sacar pecho todos juntos, abordar las cuestiones sociales con decisión y dejando las majaderías a un lado, mal ira la cosa. El tiempo se ha agotado y la paciencia del respetable creo que también y por el monte baja el lobo que trae una multa entre los dientes.