Los zapatos marrones no venden
lunes 12 de septiembre de 2016, 04:00h
Un informe sobre movilidad social publicado por el Gobierno Británico explica las barreras de las clases bajas para acceder a empleos en la banca de inversión. En este informe entre otras cosas destacan la importancia de la vestimenta, corte de pelo y soltura de los candidatos a trabajar en la City Londinense.
Parece ser que los aspirantes que vienen de clases más bajas tienen menos en cuenta estos detalles o los desconocen. Lo que hace que sean excluidos de algunas selecciones de personal por no ir correctamente ataviados. Entre esos detalles está, el de llevar zapatos marrones o corbatas muy chillonas.
En España parece que no es un tema de debate, o por lo menos no se le dá más relevancia, lo cual no significa que no exista. El otro día asistía a un debate en una red social, en donde alguno de los que intervenían, llamaban retrogradas y otras lindezas a quienes defendían, un cierto orden y unos cánones de vestimenta que no fueran “casual” para ir a trabajar a una oficina.
Pués ya ven ustedes, la realidad como siempre es lo más parecido a una ducha de agua fría, ustedes pueden ir como les guste a una selección de personal, con atuendo casual, con zapatillas de deporte y pelo a su aire, otra cosa es que logren el puesto de trabajo.
También nos podríamos preguntar si los clientes también tienen esa predilección a la hora de que les atiendan. Evidentemente habrá dos realidades, si nos atiende un funcionario, te tienes que aguantar tanto si te gusta su atuendo o no y si es empresa privada puedes buscarte otra tranquilamente.
Si, si, ya sé lo que piensan, que lo importante es la materia gris, el talento, la eficacia y otros parámetros más profesionales, yo les puedo dar la razón, pero sin van a la City a buscar trabajo, por favor no se pongan zapatos marrones.