La crisis humanitaria ha alcanzado cotas sin precedentes en el noroeste de Nigeria. Unos 4,5 millones de personas corren el riesgo de morirse de hambre por culpa de la violencia desatada por Boko Haram estos meses y Naciones Unidas ni siquiera conoce la situación real de los dos millones atrapados en las zonas controladas por los milicianos islamistas.
La violencia de Boko Haram no es nueva -- el grupo armado lucha desde 2002 por instaurar un Estado islámico en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana-- pero en estos meses se ha disparado a niveles que amenazan a toda la Cuenca del Lago Chad. En Nigeria hay 2,5 millones de desplazados internos, la mayoría de los cuales han surgido en los últimos meses.
En el momento de mayor violencia, 1,5 millones de personas abandonaron localidades rurales del estado de Borno hacia Maiduguri, capital regional, sumándose al millón preexistente.