No quiero ejercer del Grinch en estas fechas, de hecho el título de este artículo dice lo contrario, hay que ser felices en estas fiestas, aunque para ello tengamos que hacer algunas cosillas como estas:
-Sonreir a todos sin excepción, esto incluye a gente de la que hemos huido durante todo el año.
-Contestar a todas las felicitaciones, sin eso, uno no se puede ir a dormir, no sea cosa, que se nos mosquee la peña.
-Comerse todo los que nos pongan en el plato, incluidos los cuatrocientos postres.
-Beberselo todo, como excepción también algún vaso de agua.
-Salir de casa, con esa innata elegancia y glamour que tenías arrinconado/a, olvidándose las zapatillas de deporte por un día.
-Darse abrazos sin aprovecharse ni sobar, que nos las sabemos todas.
-Pensar que no nos ha tocado nada en el Sorteo de Navidad, en favor de nuestra salud.
-No caer en la tentación de pensar que esto se ha acabado, todavía está el ansiado final de año, con más comida, más bebida, más dulces, y quizas menos …….. (aquí cada uno, que ponga lo que quiera)
Como ven, son consejos básicos para intentar sobrevivir a las Navidades, pero nos queda una parte del día y de nuestra alma, que es para nosotros, son la noche y los sueños, ahí probablemente muchos, harán realidad sus ilsiones, proyectos e incluso abrazaran a aquellos a los que de verdad les gustaría estar unidos.
Y tal vez unos pocos se decidan hacerlos realidad, por encima de prejuicios y demás impedimentos. Puede ser este final de año, el final de…… o el principio de algo, usted decide.
Por mi parte, este irrelevante contador de “realidades” se despide hasta el próximo año, deseando mucha suerte a los valientes y valor a los que no tiene coraje, para que algún día lo encuentren y se hagan con el control de sus vidas.
Si (
No(
