Las alergias e intolerancias alimentarias se han convertido en un desafío creciente a nivel global, afectando a millones de personas que no solo deben evitar ciertos alimentos, sino que también enfrentan déficits nutricionales debido a la falta de alternativas adecuadas. En este contexto, un equipo multidisciplinario del grupo de investigación ImFINE de la Universidad Politécnica de Madrid ha desarrollado una estrategia innovadora que promete transformar el manejo de estas condiciones.
El enfoque integral del estudio abarca no solo la dieta de los participantes, sino también factores como su estado general de salud, actividad física, composición corporal y calidad de vida. Además, se ha diseñado una dieta personalizada para aquellos con alergias e intolerancias alimentarias, asegurando que no sufran carencias de nutrientes esenciales. Este avance permite una mejor comprensión del impacto de las reacciones adversas a los alimentos en la vida cotidiana y cómo se puede mejorar el bienestar de quienes las padecen.
Investigación pionera en alergias alimentarias
Una inquietud recurrente entre investigadores de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) fue si existía una relación entre la condición física y las reacciones adversas a los alimentos. Esta pregunta dio origen al proyecto ALASKA (Allergies and Food Intolerances in Adults and Athletes). Se partió del conocimiento previo que indica que entre las personas físicamente activas es común encontrar problemas digestivos y trastornos relacionados con el sistema inmunológico.
La Profa. Dra. Marcela González Gross, directora del estudio, explicó que “el proyecto ALASKA se diseñó para identificar tempranamente y mejorar la calidad de vida de adultos físicamente activos con síntomas asociados a alergias e intolerancias alimentarias”. En total, 254 adultos sanos participaron en esta investigación, donde el 80% eran físicamente activos y presentaban malestar tras consumir determinados alimentos.
Análisis exhaustivo y resultados prometedores
Los participantes experimentaron síntomas como hinchazón abdominal, flatulencia y cansancio, entre otros. Para abordar las reacciones adversas a los alimentos, se realizaron múltiples evaluaciones que incluyeron análisis hematobioquímicos e inmunológicos, así como estudios sobre actividad enzimática y composición corporal. Se desarrolló además una dieta sustitutiva específica para alérgenos alimentarios con el fin de prevenir deficiencias nutricionales asociadas a dietas restrictivas.
La Dra. Lisset Pantoja, coordinadora del estudio, subrayó que “nuestro trabajo representa un avance significativo en la mejora de la calidad de vida para quienes sufren alergias e intolerancias alimentarias al ofrecer soluciones basadas en evidencia adaptadas a sus necesidades individuales”.
La investigación fue coordinada por la Dra. Lisset Pantoja-Arévalo junto con la Dra. Eva Gesteiro Alejos, contando también con la participación del Dr. Rafael Urrialde De Andrés y la Dra. Margarita Pérez-Ruiz bajo la dirección de la Profa. Dra. Marcela González-Gross.