En 2025 se ha reducido a una quinta parte el uso de agua de la cumbre dentro del objetivo de cambiar el modelo histórico y llenar los depósitos y embalses con aguas de costa para el interior.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha presentado la evaluación y actualización de las actuaciones que lleva a cabo la Corporación Insular a través de la Consejería de Seguridad Hídrica, Miguel Hidalgo, junto a personal de la Consejería y del Consejo insular de Aguas, cuyo objetivo es garantizar agua para el sector primario. Entre otros datos, destacó que se ha incorporado 4 hectómetros cúbicos con la incorporación de dos desaladoras portátiles, así como se ha reducido a una quinta parte el agua de cumbre usada para riego, dentro de las 14 actuaciones que se detallan en el plan.
Morales destacó que “el cabildo Gran Canaria, desde luego, trabaja junto al Consejo Insular de Agua y también del área de Sector Primario y Soberanía Alimentaria para garantizar el agua en la isla. El agua para el consumo humano la tenemos suficientemente garantizada. El 90% es agua de salada, por lo tanto no hay riesgo de declaración de emergencia hídrica es para el abasto humano”.
No obstante, reconoció que “el riego para la agricultura supone un reto permanente. Avanzamos a causa de la sequía en un 80 u 90% en el proceso de desertificación en la isla. La sequía es imparable y por lo tanto necesitamos fabricar agua, regenerar agua; generar depósitos de riego en todos los lugares del territorio; redes que conecten los recursos de territorio; comprar presas comprar pozos… Todo eso está haciendo el Cabildo de Gran Canaria para garantizar el riego”.
“Son más de 4 hectómetros cúbicos los que se han incorporado”, destacó el presidente insular, quien añade que “Eso significa que, apoyados energías limpias, con convenios con los productores de medianías para que el agua de la cumbre se quede en la cumbre y utilicen el agua de costa. Es decir, este tipo de cosas junto al salto de Chira y toda la red que estamos haciendo para Tunte, Tejeda, Artenara, Mogán, para garantizar el agua de riego. Son obras de una enorme envergadura que implementan la seguridad en el territorio insular a la hora de facilitar que las personas sigan viviendo en el mundo rural y que haya recursos para la reforestación así como para combatir los incendios forestales. Por lo tanto, hemos hecho un esfuerzo en el año 2024 y 2025 de 15 millones de euros dentro de ese plan global para el riego y para el consumo humano”.